martes, 4 de enero de 2011

EL ANACORETA Y LA FRAGILIDAD...


Andaba preocupado el joven seguidor. Mientras paseaban por la montaña cercana a la ciudad dijo al Anacoreta:
- Somos tremendamente frágiles. La mínima cosa nos hace tambalear. Un pequeño problema de salud nos pone de mal humor, impide que nos concentremos, cambia nuestro carácter. La más pequeña dificultad nos hace caer y desmonta el trabajo que hemos realizado durante años...
Sonrió el Anacoreta y guardó silencio. Al cabo de un rato, frente a ellos, en medio del camino, un pequeño pájaro picoteaba en el suelo. El anciano se paró, y, señalando al pajarillo, dijo:
- ¿Ves ese pajarillo? Su belleza radica en que es frágil. Como una florecilla...Un niño despierta ternura por su fragilidad. No es malo que seamos frágiles. Gracias a ella dependemos unos de otros, necesitamos de los demás. La fragilidad nos aleja del orgullo, nos ayuda a vernos tal cual somos...
Se detuvo un instante viendo alzar el vuelo al pajarillo y concluyó:
- Siempre deberíamos meditar sobre nuestra fragilidad. Nos ayudaría a aceptarnos y a aceptar a los demás...Y. sobre todo, sabernos frágiles, nos ayuda a dejarnos caer en las manos de Dios...

lunes, 3 de enero de 2011

¡GRACIAS!


Gracias a todos los que me habéis felicitado y habéis mostrado, de una forma u otra, vuestra amistad. Os lo digo con estas bellas palabras de Neruda. 

"Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreir a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
no creer en Dios, y hacer tu destino,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
 no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
 pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
 no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda prohibido no crear tu historia.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti, este mundo no sería igual."
(Pablo Neruda)

domingo, 2 de enero de 2011

PARA EMPEZAR EL AÑO...


Mi amiga Montse Saltim me ha enviado este texto. Es un poco largo para lo que suelo colgar habitualmente en el blog, pero me parece muy interesante...Porque hay que empezar el año con buen humor y porque, dada alguna circunstancia personal, me viene como anillo al dedo. El autor es un obispo, para que después digan que soy un "tragajerarquías"...

"(...) Quiero distender, relativizar, desdramatizar. No quiero crisparme nunca, por nada. No tomaré muy en serio a los protagonistas de los conflictos. Las cosas no suelen ser como las presentan los problematizados. La exageración es a menudo fruto de la emotividad. Ayúdame a situar los conflictos en su justa dimensión, a rebajar al mínimo el tanto por ciento de veracidad de todo comentario malévolo, ofensivo o desfavorable que oiga, a no dramatizar, a no hacer problema de lo que no es, a no absolutizar lo que sólo es relativo y cambiable: sólo Tú eres el Absoluto; todo cambia y da vueltas, menos Tú, que eres “fuerza tenaz, firmeza de las cosas, inmóvil en Ti mismo, origen de la luz, eje del mundo y norma de su giro”.
Tomaré en serio y responsablemente las cosas, pero no quiero confundir seriedad con tristeza, acritud o mal humor. Los problemas y conflictos y las situaciones difíciles se pueden humanizar, distender y aún resolver a base de buen humor. El ser humano vale más que el conflicto; el trato humanitario, más que la rigidez; el espíritu, más que la letra; las personas, más que las costumbres; la caridad, más que los carismas; el buen humor, más que la acidez. El orden y la justicia no están reñidos con el amor, la sonrisa y el buen humor. El humor y la sonrisa son un modo de comulgar con los hermanos. La benevolencia en el juicio, el espíritu de reconciliación, el diálogo, son armas eficaces de distensión en toda lucha y conflicto. “Abrir a todos los hombres los caminos del amor y esforzarse por establecer la fraternidad universal no son cosas inútiles”.
Qué risa dan muchas cosas, querido Jesús, Niño juguetón en el regazo de la Vírgen Madre: las afirmaciones rotundas de los enfatuados, las poses de los engreídos, las majaderías de los poderosos, la vaciedad de los orgullosos, la ridiculez de los que se dan importancia. Quiero reírme de todo eso. Y de eso que llaman “prestigio”, “valer”, “honor”, “dignidad”, “autoridad”, cuando realmente a veces no es sinó vanidad y amor propio. Quiero reírme de “cosas” que la gente busca afanosamente, por las que se pelean y enfrentan los que no saben vivir sin ellas. Qué risa, Señor, qué pena. Pero, sobretodo, quiero reírme de mí mismo. Que me vea espantosamente ridículo cada vez que me dé importancia o me busque a mí mismo, olvidándome que soy “el último de todos y el servidor de todos”. Los importantes sois vosotros: Tú, Señor, y los hombres mis hermanos.
Ayúdame a mantener inquebrantable mi buen humor ante la terquedad “irritante” de los que no me quieren o me interpretan mal o se meten conmigo o se burlan y ríen de mí. Que no pierda el buen humor ante las maquinaciones, manejos y enredos de gente intrigante. Que no caiga en la trampa de tratar como enemigos a los que no me quieren o hablan mal de mí. Que no me atrapen los tentáculos de la envidia ni de los celos. Que no me roben la alegría los desengaños, frustraciones o desencantos ni el fastidio de la vida. Que los golpes que recibo no me dejen amargado ni resentido. Quiero reír, quiero reírme, quiero estar de buen humor.
Gracias, Señor, porque he caído en la cuenta que el humor es la mejor manera de tomarte en serio. Dame sentido del humor, compañero inseparable del amor cristiano, señal de madurez espiritual. Dame sentido de la proporción, lucidez para jerarquizar los valores, inquebrantable fe en la eficacia de los medios pobres. No me importa hacer el ridículo ante la gente; me importa no hacer el ridículo ante Ti que has puesto al revés los valores del mundo.
Santa María del Buen Humor: muéstranos a Jesús, Sabiduría eterna, Niño juguetón, razón y causa de nuestro Buen Humor cristiano; ayúdanos a mantenernos alegres y bienhumorados; ruega por nosotros, tantas veces pecadores por tristes y malhumorados, para que seamos dignos de alcanzar y gozar de inalterable buen humor aquí en la tierra y de las alegrías eternas en el cielo. Amén."
(Mons. Damián Iguacen Borau")

sábado, 1 de enero de 2011

RENACER...


Con este texto de José Fernández Moratiel os deseo a todos un FELIZ AÑO 2011. Buscad en este inicio un ratito de silencio para que Él puede recomenzarlo todo en vosotros.

"Bendeciré al Señor con toda mi alma. Bendeciré al Señor con todo mi ser. No olvidaré ninguno de sus favores.
Es este amor el que promete hacer siempre nuevas todas las cosas. Por eso la vida es un eterno nacimiento. Día a día, Dios la va creando.
También este encuentro de silencio, de oración puede hacer nuevas todas las cosas.
Hay un potencial de amor en tu corazón que puede hacer  nuevas todas las cosas. Puede ser un nuevo nacimiento.
Cuando uno es fiel a sí mismo, debe nacer cada día. Dios es un constante impulso a romper con todas las cosas y hacerlas nuevas.
Un amor que todo lo renueva.
No es posible volver a las andadas.
Puedes vivir estas horas como un verdadero alumbramiento.
Deja que Dios obre en esta hora de silencio, deja que haga nuevas todas las cosas para ti."
(José Fernández Moratiel)

viernes, 31 de diciembre de 2010

AÑO NUEVO, HOMBRE NUEVO...


Mañana empezamos un nuevo año. Quien más quien menos, todos intentamos empezarlo llenos de buenos propósitos. No sólo esperamos que la sociedad nos depare aquellas cosas buenas que deseamos, sino que también nosotros nos proponemos cambiar. Normalmente estos buenos deseos no se realizan casi nunca y pronto nos damos cuenta de que los cambios, o no son fáciles, o no llevan a donde nosotros querémos llegar...
El error está en que buscamos  cambios externos, de fachada...y eso es algo parecido a lo que ha sucedido siempre en nuestra sociedad. Hemos girado la tortilla. Los pocos que estaban arriba los colocamos abajo. Unos pocos de los que estaban abajo, pasan a ocupar el lugar de los de arriba. Y la gran mayoría...sigue estando donde siempre estuvo...
Si los cambios no surgen del Amor de Dios que habita en nosotros, de nuestro interior...no conseguiremos formar el hombre nuevo, sino remozar, todo lo más, nuestra apariencia, que, al poco tiempo, volverá a descascarillarse...Es desde nuestro interior desde donde debemos empezar la construcción del hombre nuevo, para poder alcanzar un mundo más justo...Una justícia, una solidaridad, una espiritualidad que no nacen del Amor de Dios, de nuestro interior, son solamente injustícias mayores, máscaras, que ocultan la miseria de siempre...

jueves, 30 de diciembre de 2010

SEGUIR CAMINANDO...


Se acaba el año..., pero esta fecha no deja de ser mas que una fecha en el calendario. Ocurre como con nuestros aniversarios. Pasamos de los 62 a los 63 y ¿qué ha cambiado? Tenemos que seguir caminando. La vida sigue y hemos se continuar nuestro viaje. Lo importante es saber qué camino hemos de tomar. 
Leí una vez una frase de Teilhard de Chardin que no he olvidado:
"No somos seres humanos en un viaje espiritual. Somos seres espirituales en un viaje humano."
Cometemos el error de buscar lo espiritual en el exterior. De creer que somos espirituales, porque hacemos ejercicios de espiritualidad, porque nos desconectamos de la vida. 
El camino verdadero es todo lo contrario. Se trata de encontrar en nuestro interior lo espiritual y, poco a poco, repartirlo por el mundo, llenar nuestra espiritualidad de humanidad... 

miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL ANACORETA Y LA HIPOCRESÍA...



 
El Anacoreta veía a su joven seguidor preocupado. Buscó un momento de tranquilidad para hablar con él pausadamente. Tras unos momentos de charla el joven le dijo:
- Hace unos días que tengo problemas. Alguien me persigue en internet. Me insulta, dice que yo persigo a los otros. Me atribuye mensajes de dos personas que insultan, que hablan mal de la religión y que no sé quienes son. Intento no hacer caso. Las mentiras es mejor ignorarlas...,pero, poco a poco me siento incómodo. Me hace daño, aunque quiera dejarlo de lado.
El Anacoreta dejó que el joven se sosegara. Luego dijo:
- Entiendo tu sufrimiento, pero no debes consentir que nadie te haga perder la paz...Eso es lo que intentan los que tienen envidia de tu paz. Todo esto es fruto de la hipocresía...
Puso una mano sobre el hombro de su seguidor y prosiguió:
- La hipocresía les hace ver sólo lo que quieren ver. Basta que una vez en tu vida hayas cometido un error...sólo verán eso e ignorarán las mil cosas buenas que haces.
Sonrió y añadió:
- Ellos se presentarán ante tí como personas seguidoras de una religión perfecta. En realidad su relación con Dios es meramente externa..., pero en su interior no cambia nada. Están inmersos en su egoísmo y creen que sólo ellos son buenos...
Luego esperó un instante antes de proseguir:
- Al hipócrita no le importa el otro para amarlo, para relacionarse con él, sino para condenarlo...Internet es un medio de relación humana, pero algunos lo utilizan para condenar, para juzgar, para descalificar, para hacer daño...
Miró con cariño al joven y concluyó:
- El hipócrita se ve a sí mismo tan mezquino, que utiliza todas sus fuerzas para hundir a los demás...Créeme. No hagas caso. Sigue tu camino como hasta ahora. Tarde o temprano se le caerá la careta al hipócrita. Los que te conocemos te amamos. Y Dios sabe toda la verdad y nunca te dejará solo...
Y los dos se fueron a rezar Vísperas al monasterio de monjas benedictinas, con el corazón esponjado...