sábado, 7 de mayo de 2011

PEREGRINACIONES...

Hoy, los jóvenes de La Salle, realizan la 34 Subida a pie a Montserrat. Los que lo hacen desde Barcelona y los de Tarragona, que empiezan en el Penedés, empezaron ayer por la tarde y caminan toda la noche. Los que empiezan en Manresa o en Collbató lo hacen al alba.  El jueves había 1100 inscritos.
Pero no podemos hacer esta peregrinación sin pensar en otras peregrinaciones más peligrosas, forzadas...Sí. las de Arizona y del estrecho de Gibraltar. Los políticos vuelven a utilizar la inmigración como arma (¿no se les podría aplicar a algunos la ley de partidos por xenofobia?)
En el AT se les dice a los judíos que traten justamente a los extranjeros, porque ellos también lo fueron en Egipto. Occidente ha olvidado que nuestros pueblos son fruto de olas migratorias. ¿Cómo se formó Estados Unidos? Todos hemos olvidado que TODOS somos Hombres y ese es nuestro título más importante.
Aquí os dejo estos dos vídeos.




viernes, 6 de mayo de 2011

CONFERENCIA DE ARCADI OLIVERAS

Ayer aparecían los beneficios de bancos y grandes empresas españolas. Hoy empieza la campaña electoral en la que veremos utilizar a la emigración como arma política. Hoy también nos enseñaban imágenes de subsaharianos rescatados de las aguas y la noticia de que se seguía buscando a una veintena más, entre ellos dos bebés...
Este resumen de una conferencia del catedrático Arcadi Oliveras ya lo colgué en Facebook. Pero creo que es interesante volverlo a ver.


jueves, 5 de mayo de 2011

EL ANACORETA Y LAS DOS FLORES...



Aquella persona estaba desesperada. Le relataba al Anacoreta todo lo que había hecho en su vida: penitencias, peregrinaciones, lecturas, ejercicios espirituales....y, amargamente constataba:
- No me siento amado por Dios. Cada vez lo noto más lejano...
El anciano se sentó y dijo:
- Había una vez dos flores. Una exótica orquídea y una sencilla margarita. La orquídea estaba en el escaparate de una gran tienda de flores. Se lamentaba amargamente, porque a pesar de su perfección y belleza, nadie la compraba. En cambio, la sencilla margarita era feliz. Cualquier niño, o quizá una muchacha, no tardarían en tomarla, admirarla y ponérsela en el pelo. Ella era feliz.
El Anacoreta volvió a guardar silencio. Miró a aquella persona a los ojos y prosiguió:
- Dios nos ama incondicionalmente. Nos ama tal cual somos. No nos exige que seamos perfectos. No quiere que nos ganemos su amor. Más bien ocurre todo lo contrario. Es el amor de Dios el que nos hará cambiar...El que hará que mejoremos.
Tomó la mano de aquel y hombre y concluyó:
- Queremos ser orquídeas de extraordinaria belleza, para que Dios nos ame. Sin embargo hemos de ser sencillas margaritas que se ofrecen a todos. Es así como los demás nos aman...como Dios nos ama...

miércoles, 4 de mayo de 2011

EL MUERTO



Hoy os propongo este bello poema de José Hierro.

EL MUERTO



Aquel que ha sentido una vez
en sus manos temblar la alegría
no podrá morir nunca.
Yo lo veo muy claro
en mi noche completa.
Me costó muchos siglos de muerte
poder comprenderlo,
muchos siglos de olvido
y de sombra constante,
muchos siglos de darle
mi cuerpo extinguido
a la hierba que encima de mí
balancea su fresca verdura.
Ahora el aire, allá arriba, más alto
que el suelo que pisan los vivos,
será azul. Temblará estremecido, rompiéndose,
desgarrado su vidrio oloroso
por claras campanas,
por el curvo volar de los gorriones,
por las flores doradas y blancas
de esencias frutales.
(Yo una vez hice un ramo con ellas.
Puede ser que después
arrojara las flores al agua,
puede ser que le diera las flores
a un niño pequeño,
que llenara de flores alguna cabeza
que ya no recuerdo,
que a mi madre llevara las flores:
yo quería poner primavera en sus manos.)
¡Será ya primavera allá arriba!
Pero yo que he sentido una vez
en mis manos temblar la alegría
no podré morir nunca.
Pero yo que he tocado una vez
las agudas agujas del pino
no podré morir nunca.
Morirán los que nunca jamás sorprendieron
aquel vago pasar de la loca alegría.
Pero yo que he tenido su tibia hermosura en mis manos
no podré morir nunca.
Aunque muera mi cuerpo,
y no quede memoria de mí.


(José Hierro)

martes, 3 de mayo de 2011

LA VIDA ES UN PROCESO



Esta afirmación nos parece obvia. Sin embargo, intentamos vivir como si las cosas dependieran de un instante; como si los problemas pudieran solucionarse apretando un botón. Amar, perdonar, hacer justicia, enfermar y curarse...todo son procesos. Necesitamos recorrer un largo camino, lleno de obstáculos, con subidas y bajadas, quizá algún retroceso...para conseguir la paz. Llamamos justicia a un acto de venganza. Volvemos a la ley del Far West. Y naturalmente creemos que en un duelo siempre gana el bueno...A la víctima del terrorismo, a la madre de la hija violada no se le puede pedir un acto de perdón. Se le ha de acompañar en el proceso del perdón. El padre de una de las víctimas del atentado de la escuela de Oklahoma decía: "Me ha costado tiempo cambiar. Al principio quería tomar la venganza por mi mano. Luego, unos meses después, reconocí que había que dejar el juicio en manos de los tribunales. Más adelante pasé a pedir para los asesinos solamente cadena perpetua. De pronto caí en la cuenta de que los padres del agresor habían ido de pequeños a la misma iglesia que yo. Yo perdí en el atentado a mi hija. Ellos van a perder, con la ejecución de la pena de muerte, a su hijo. Los muertos ya no regresan. Mientras aspiremos a la satisfacción de la venganza no se curará en nuestra vida ni en nuestra sociedad la espiral de violencia. Al fin cambié de postura. Pero ha sido un proceso muy largo". Hoy ese padre es el presidente de la Asociación de víctimas en contra de la pena de muerte contra los agresores.
Sé que cada vez que hablo de este tema más de uno se me enfada. La justicia es un proceso, un largo camino. No un acto de venganza puntual. La paz se consigue negociando, cediendo cada parte un poco, perdonando...Lo que parece conseguirse en un instante, se pierde en otro instante. Sólo aquello que se ha conseguido tras un largo camino, no puede borrase en unos minutos. Pero vivimos en una sociedad acelerada y queremos que los problemas desaparezcan haciendo un reset en el ordenador. Y la vida es un largo proceso... 

lunes, 2 de mayo de 2011

EL ANACORETA Y EL RECUERDO



El Anacoreta y su joven seguidor hablaban sobre las festividades de semana Santa y Pascua.
- Qué interesante es - decía el joven - poder recorrer ese camino de recuerdos que es el Año Litúrgico. 
Sonrió el anciano y dijo:
- Sí, realmente. Pero a veces no recordamos correctamente. El Año Litúrgico nos pide algo más que hacer memoria...
Miró al joven y prosiguió:
- La etimología de recordar es más profunda. Re-cordar, es algo así como "pasar por el corazón". No se trata de hacer memoria de la vida de Jesús simplemente. Hay que pasar esa vida por el corazón. Sólo así transforma nuestra persona. Si sólo hacemos fiesta, celebramos, pero no pasamos por el corazón...esas fechas litúrgicas no nos sirven para crecer...No es de extrañar, que tras ellas nada haya cambiado en nosotros. 

domingo, 1 de mayo de 2011

CREER...


"Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
- Paz a vosotros.
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
- Hemos visto al Señor.
Pero él les contestó:
- Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomas con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
- Paz a vosotros.
Luego dijo a Tomás:
- Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Contestó Tomás:
- ¡Señor mío y Dios mío!
Jesús le dijo:
- ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre."


Los discípulos han visto a Jesús, pero Tomás no los cree. Y es que la Fe no se transmite. El hecho de que los otros crean mucho no aumenta en un ápice nuestra Fe.  No se puede creer por decreto, ni se cree porque lo mande el Papa y la Iglesia. No creemos porque nuestros padres fueron personas de Fe...
Tomás cree cuando se encuentra con Jesús. Para creer hemos de encontrarnos a Jesús. No se trata de un encuentro físico. El mismo Jesús nos añade hoy una bienaventuranza: "Dichosos los que crean sin haber visto". Se trata de un encuentro hecho de pequeños detalles. Un encuentro tan personal, que es diferente para cada persona. Casi sin saber cómo, un día, en lo más íntimo de tu corazón, te sientes amado, comprendido, acompañado...Ese encuentro es el que nos une a los cristianos y no los dogmas. Si creemos las mismas cosas, es porque creemos en la misma persona: Jesús.
Si hemos encontrado a Jesús, es porque Él nos ha buscado. Tomás no cree a sus compañeros y, además, no hace nada para buscar a Jesús. Sólo lanza un reto a los otros discípulos...Jesús vuelve, y sin ningún reproche, llama a Tomás y le muestra sus llagas. Jesús comprende nuestras dudas. Creer no es carecer de dudas. Creer es confiar en Jesús a pesar de las dudas...
Jesús no condena a Tomás, simplemente le muestra sus llagas y lo acoge.
Deberíamos examinarnos si, con nuestros intentos de transmitir la Fe, no nos quedamos en mero proselitismo y si en vez de acercar a los Hombres a Jesús, los alejamos cada día más...No son nuestras palabras sino nuestra vida la que ayudará a que los Hombres tengan esa experiencia de encuentro. Cuanto más se parezca nuestra vida a la de Jesús, más lo acercaremos a los demás...