sábado, 8 de octubre de 2022

ALIMENTARNOS DE LA PALABRA

 

En aquel tiempo, mientras hablaba a las turbas, una mujer de entre el gentío levantó la voz diciendo: "¡Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron!" Pero él repuso: "Mejor: ¡Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen!"

María es la Madre de Jesús, pero su dicha se debe sobre todo a que escuchó la Palabra y la guardó en su corazón. Esa es la dicha del verdadero cristiano y María nuestro modelo.

"Nuestra vida cristiana se alimenta de la escucha la Palabra de Dios y de su puesta en práctica. Necesitamos confrontar constantemente la propia vida con el proyecto de Dios y dejarnos transformar. Cuando dejamos que Dios ocupe un lugar importante en nuestras vidas comenzamos a disfrutar de la auténtica libertad de los hijos e hijas de Dios. Para Pablo quien se reviste de Cristo, vive de la universalidad del amor sin distinción de raza, cultura, orientación sexual, condición de vida… Todos dignificados y liberados por Cristo, formamos la comunidad de hijos e hijas de Dios. La Palabra de hoy nos invita, como María, a guardar la Palabra en el corazón, meditarla y hacerla vida, en un proceso constante de conversión. A la luz de estas lecturas convendría preguntarnos respecto a nuestra propia realidad: ¿nos esforzamos en creer lo que leemos, en enseñar lo que creemos y en vivir lo que enseñamos? ¿O la Palabra de Dios es simplemente un relato bonito que no afecta nuestras vidas? "

viernes, 7 de octubre de 2022

LUCHAR CONTRA EL MAL



 En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: "Si echa los demonios, es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios".
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. El, leyendo sus pensamientos, les dijo: "Todo reino en guerra civil va a la ruina, y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿como mantendrá su reino? Vosotros decís que yo hecho los demonios con el poder de Belzebú; y si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero si yo echo les demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo, está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "volveré a la casa de donde salí". Al volver se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio".

Jesús lucha contra el mal. La multitud le malinterpreta y dice que combate el mal con el mal. Otros piden sinos de que lo hace desde el bien. No debemos quejarnos si a nosotros también se nos malinterpreta. Sacerdotes, religioso y religiosas, que han luchado por erradicar el mal, también han sido y son criticados. Estando al lado de Jesús tienen fuerzas para seguir adelante.
Debemos tener claro, que la forma de hacer llegar el Reino es practicando el bien, luchando contra el mal; todo ello con el Amor.

"Una de las preocupaciones de Pablo es que el cristiano viva la experiencia del Resucitado en un encuentro personal que lo transforme y que no se reduzca al culto. En el evangelio vemos a Jesús haciendo uno de los signos que evidencian la presencia del Reino: la expulsión de demonios. Los demonios han de ser entendidos como representaciones del mal, que oprime y quita la dignidad al ser humano; por eso Jesús los expulsa. Nosotros, como seguidores de Jesús, estamos también llamados a combatir las estructuras injustas e inhumanas de las que muchas veces somos cómplices, aun cuando esto genere contradicción y rechazo en el mundo que vivimos. Etty Hillesum, judía que murió en los campos de concentración, rezaba a Dios: “Lamentablemente no parece que puedas hacer mucho en nuestras circunstancias, en nuestras vidas. Tampoco te responsabilizo por ello. No puedes ayudarnos, pero debemos ayudarte a defender tu morada en nuestro interior hasta el final”. Podríamos preguntarnos ¿qué tanto le estamos ayudando a Dios a luchar contra el mal?" (Koinonía)

jueves, 6 de octubre de 2022

SABER PEDIR

 


En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene a medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle", y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada, mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos". Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca, halla, y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuanto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?"

"Ante estas dos imágenes del evangelio –el amigo insistente y el padre que es bueno con sus hijos– podemos caer en la tentación de creer que la oración tiene poderes mágicos y que podemos pedirle a Dios lo que se nos ocurre. A Dios no vamos a convencerlo de recibir lo que es fruto de nuestro capricho. Lucas es enfático en esto; lo que se recibe en la oración de petición es el don del “Espíritu Santo”. Su presencia amorosa camina con nosotros, nos ayuda y fortalece para afrontar las encrucijadas de la vida con sabiduría, amor y paciencia. Dios siempre se está dando a nosotros y camina a nuestro lado. Por eso Pablo nos invita a tener una experiencia de ese Dios vivo, que alcanzaremos no por el mero cumplimiento de leyes sino por el encuentro personal con Él, en su Palabra y en todo lo creado. ¿Cómo he podido experimentar la presencia amorosa de Dios en mi historia, sobre todo en las encrucijadas? " (Koinonía)

miércoles, 5 de octubre de 2022

EL PODER DE LA ORACIÓN

 



Pedid y Dios os dará, buscad y encontraréis, llamad a la puerta y se os abrirá. Porque el que pide recibe, el que busca encuentrag y al que llama se le abre.
¿Acaso alguno de vosotros sería capaz de darle a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿O de darle una culebra cuando le pide un pescado?  Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en el cielo las dará a quienes se las pidan!

Jesús nos invita a pedir en nuestra oración. Muchas veces hemos criticado ese tipo de oración, pero Jesús nos dice que pidamos. Quizá lo que ocurre es que pedimos mal. O pedimos cosas que no nos convienen o creemos que pedir es cosa de magia. Pedir no dice quedarnos de brazos cruzados. Nosotros también debemos trabajar, luchar, para conseguir aquello que pedimos. La oración no es una fórmula mágica, sino una forma de unirnos a Dios y sabernos apoyados por Él. Dios no nos dará nada malo, pero nosotros debemos esforzarnos para conseguir aquello que deseamos. Un refrán nos dice: "A Dios rogando y con el mazo dando". Si realmente aquello que pedimos servirá para nuestro bien, no dudemos que Dios estará a nuestro lado para ayudarnos y darnos fuerzas.
Y no olvidemos de pedir lo más importante, que sepamos ver la vida con ojos nuevos. Que crezcamos cada día en Amor y entrega a los demás. Que lo sepamos ver en todo y en todos.

martes, 4 de octubre de 2022

REZAR Y ACTUAR


 En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano."
Pero el Señor le contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán."

La principal lección de hoy, no es que sólo vale la oena orar. La lección que nos da Jesús es que el fundamento, la base de nuestra acción debe ser la oración, la meditación, la unión de Jesús. Si no, tenemos el peligro de caer en mero activismo y perdiendo profundidad. Es la verdadera unión con Dios, la escucha y meditación de la Palabra, la que nos debe llevar a actuar, a entregarnos a los demás.

"Creo que toda persona anhela ser auténticamente libre. La propuesta de Jesús y el proyecto del Reino se proponen como espacio relacional para vivir la fraternidad y sororidad universales. Vemos en Marta y María maneras distintas de asumir la vida. En Marta, están introyectados todos los mecanismos culturales y religiosos que la relegaban como mujer al espacio doméstico y la menospreciaban frente al varón. María, por su parte, encarna la auténtica liberación que trae Jesús frente de los sistemas que denigran a las personas, logrando que toda una familia resignifique sus relaciones. Jesús alaba la actitud de María que la lleva a cambiar de mentalidad, liberándose de las estructuras que no la ayudaban a su realización de mujer y de hija de Dios. Es la misma experiencia liberadora que Pablo vivió en su encuentro con Jesús, luego de haberse sometido a los dinamismos religiosos del pueblo judío que se habían pervertido. ¿Qué mecanismos internos y externos te oprimen y no te dejan vivir en autenticidad? " (Koinonía)

lunes, 3 de octubre de 2022

EL PRÓJIMO

 


En aquel tiempo se presentó un letrado y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?" El le dijo: "¿Qué está escrito en la Ley?, ¿qué lees en ella?" El letrado contestó: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo" El le dijo: "Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida" Pero el letrado, queriendo aparecer como justo, preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo, dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó en una posada y lo cuidó. Al día siguiente sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: "Cuida de él, y lo que gastes de más, yo te lo pagaré a la vuelta. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?" El letrado contestó: "El que practicó la misericordia con él" Díjole Jesús: "Anda, haz tu lo mismo".

Jesús nos deja bien claro quién es nuestro prójimo. Qué debemos hacer para alcanzar el Reino. Sin embargo, tras tantos siglos de cristianismo, seguimos pasando de largo ante el inmigrante que sufre. Seguimos dejando que mueran ahogados en el mar. Seguimos matándolos junto a las barreras que hemos erigido y acusándolos de violentos. El Amor, la entrega...es el fundamento del cristianismo. Todo los demás es accesorio.
 
"Hoy leemos el sello de garantía de toda experiencia cristiana: amar a Dios, al prójimo y a nosotros mismos. Con conciencia ecológica decimos: amor a la naturaleza y demás criaturas. Este amor a Dios-prójimo-yo-creación es inseparable. La parábola de Jesús cambia la pregunta del doctor de la ley: no importa tanto quién es tu prójimo, sino de quién te haces prójimo. Así, si decimos amar a Dios, pero no nos hacemos “próximos” de quienes demandan nuestra ayuda o de quienes más sufren, no sería una auténtica experiencia cristiana; lo mismo si digo amar a los otros pero denigro mi propia integridad o a la creación: tampoco hay experiencia cristiana. Lo más plenamente humano es también reflejo de lo divino. Sabemos que alcanzar tal plenitud no es fácil; por eso Pablo alerta a la comunidad cristiana sobre quienes manipulan el mensaje cristiano y se aprovechan de la gente en nombre de Dios. Pidamos amar a Dios en cada criatura y persona. ¡Hazte próximo! Y recuerda ser reflejo de su amor. " (Koinonía)

domingo, 2 de octubre de 2022

¿TENEMOS FE?



En aquel tiempo, los apóstoles le pidieron al Señor: "Auméntanos la fe." El Señor contestó: "Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería. Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: 'Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"? ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.""

"En el texto de Lucas vemos a los discípulos, conscientes de su poca fe, de su incapacidad para dar su adhesión plena a Jesús y a su mensaje. Por eso le piden que les aumente la fe. Jesús constata en realidad que tienen una fe más pequeña que un grano de mostaza, semilla del tamaño de una cabeza de alfiler. No dan ni siquiera el mínimo, pues con tan mínima cantidad de fe bastaría para hacer lo imposible: arrancar de cuajo con sólo una orden una morera y tirarla al mar. Este mínimo de fe es suficiente para poner a disposición del discípulo la potencia de Dios.
Miro a mi alrededor y pienso que algo no funciona. Tantos cristianos, tantos católicos, tantos colegios religiosos... Y me pregunto: ¿Cuántos creyentes?¿Tenemos fe? ¿O tenemos una serie de creencias, un largo y complicado credo que recitamos de memoria y que poco atañe a nuestras vidas?
Las palabras de Jesús siguen resonando hoy. “Si tuvierais fe como un grano de mostaza...” O lo que es igual: si siguierais mi camino, si vivierais según el Evangelio... tendríais la fuerza de Dios para cambiar el sistema.
Sigo mirando a mi alrededor y veo una Iglesia apegada a sus privilegios, que se codea con los poderes fácticos, que depende en muchos países económicamente del Estado, capaz de echarle un pulso al poder político y vencer, identificada con frecuencia con la derecha o el centro, defensora a ultranza de su estatuto de religión verdadera y prioritaria.
Me vuelvo al evangelio y releo sus páginas: “Vende todo lo que tienes y repártelo a los pobres, que Dios será tu riqueza, y anda sígueme a mí” (Lc 18,22). “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero este hombre no tiene dónde reclinar la cabeza” (Lc 9,58). “No andéis agobiados pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir” (Lc 12,22). “Los reyes de las naciones las dominan y los que ejercen el poder se hacen llamar bienhechores. Pero vosotros nada de eso; al contrario, el más grande entre vosotros iguálese al más joven, y el que dirige al que sirve” (Lc 22,25-26).
Pobres, libres, sin seguridades, sin poder, como Jesús. Sólo tiene fe quien se adhiere a este estilo de vida evangélico. Quien no, tiene creencias, que para casi nada sirven. Y así no se puede cambiar ni el sistema religioso ni siquiera el mundano.
Tal vez tengamos que reconocer que somos “siervos inútiles”, pues no andamos en el sistema de la fe, sino en el del cumplimiento de las obras de la ley, como los fariseos, que, al final, de su trabajo tienen que considerarse “siervos inútiles”, pero no “hijos de Dios” que es a lo que estamos llamados a ser, como ciudadanos del Reino que todos anhelamos." (Koinonía)