sábado, 17 de mayo de 2025

EL PADRE Y EL HIJO

 

Si me conocéis, también conoceréis a mi Padre; y desde ahora ya le conocéis y le estáis viendo.
Felipe le dijo entonces:
– Señor, déjanos ver al Padre y con eso nos basta.
Jesús le contestó:
– Felipe, ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros y todavía no me conoces? El que me ve a mí ve al Padre: ¿por qué me pides que os deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las cosas que yo os digo no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace su propia obra. Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre en mí; si no, creed al menos por las propias obras. Os aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre yo lo haré, para que por el Hijo se manifieste la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que me pidáis en mi nombre.
(Jn 14,7-14)

Jesús es la presencia de Dios en el mundo. Verlo a Él es ver a Dios. Por eso, si somos capaces de Amar, estamos viendo a Dios en todo y en todos y lo estamos Amando. Si creemos en el Padre y en Jesús, también nosotros realizaremos sus obras. Haremos a Dios presente en el mundo.

"“Respondían con insultos a las palabras de Pablo”, leemos en la secuencia de los Hechos de los Apóstoles de hoy. ¿Se amedrentaron Pablo y Bernabé por ese contratiempo? No. Sin contemplaciones siguieron anunciando a tiempo y destiempo la Palabra hasta que los expulsaron del territorio y se fueron a Iconio donde quedaron llenos de alegría y Espíritu Santo.
¡Vaya una fuerza y vitalidad la de estos discípulos! Está claro que la fuerza de la Resurrección de Cristo está con ellos y que la Palabra está muy viva en su corazón. Esta Palabra de vida eterna no sólo se escucha, sino que se lleva a la práctica. Entra por tus oídos y quiere llegar a tu corazón para poner en marcha tu voluntad y tus afectos.
Tuvieron la experiencia que hoy nos anuncia Jesús en el Evangelio: “Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre.” […] “El que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores”. Es lo que hicieron Pablo y Bernabé y otros muchos hombres y mujeres que han vividos llenos del Espíritu Santo para anunciar la Palabra de Dios.
Para este día te propongo que ores recordando las PALABRAS de Jesús que ya están en tu corazón grabadas a fuego, aquellas que te has atrevido a poner en práctica. Hazlo despacio, no es un ejercicio de memoria, sino de mirar a tu interior con paz y sinceridad de la mano de Jesús, nunca solo. Y si adviertes que tu corazón es pobre en Palabras, pídele a Él que lo haga receptivo, como el de María que supo muy bien acoger la Palabra y la hizo Carne, vida. Que Ella sea tu guía en la oración de hoy."
(Juan Lozano cmf, Ciudad Redonda)

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