San Juan de Lurigancho es un distrito de gente sencilla y con muchas necesidades. A medida que se sube por el cerro, nos encontramos con verdadera pobreza. El Colegio Signos de Fe se encuentra donde se inicia esa zona de mayor pobreza. La gente habita en pequeñas chozas, la mayoría de madera. CONIPO es una estructura para ayudar a esta gente, montada por los seglares de Signum Fidei en la que participan los alumnos mayores de Signos de Fe y alumnos de La Salle de Lima.
Acompañados por algún antiguo alumno universitario miembros de grupo de pastoral, fuimos un día a un local, también de madera, para tener unas actividades con esos niños.
Las fotos muestran cómo se asemeja la zona a lo que en Brasil llaman "favelas".
Jugamos con ellos. Hicimos alguna manualidad y compartimos unos refrescos y dulces con ellos.
Fue una de las actividades más impactantes de ese verano solidario.
Actualmente, con el Covirus, la pobreza se ha agudizado y se ha montado una campaña para repartir en ese colectivo alimentos y productos de primera necesidad. Algo parecido a lo que aquí llamamos Banco de Alimentos.
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