domingo, 31 de enero de 2021

ENSEÑAR AYUDANDO Y LIBERANDO

 


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios." Jesús le increpó: "Cállate y sal de él." El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen." Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

"La capacidad, para discernir cada situación en particular, fue una de las cosas que más admiró la multitud en Jesús. Mientras otros maestros y líderes respondían con exhaustivas explicaciones y citando códigos, preceptos y doctrinas, Jesús respondía con la verdad simple y llana.
Jesús estaba interesado en la situación particular de cada ser humano: en sus sufrimientos, en las ideas que lo atormentaban, en aquellas cosas que le impedían ser libre y espontáneo. Este interés no obedecía a un interés político encubierto, sino a una genuina valoración de cada persona que encontraba en el camino. Muchos movimientos y grupos muestran interés por los individuos mientras estos sirven a sus intereses proselitistas, mientras son sus adeptos, luego, si disienten, los ignoran o los marginan. Jesús se manifestó abiertamente contra este modo de actuar y lo declaró abiertamente: el sábado, o sea la ley, las costumbres, todo lo prescrito, está al servicio de cada ser humano y no al contrario.
Precisamente, su lucha contra los demonios fue una lucha contra las ideologías instaladas en las sinagogas, que buscaban un mesías glorioso, un militar implacable, un reformador religioso. Jesús nunca se identificó con estos propósitos. Por esta razón, conmina a los “espíritus inmundos” o ideologías opresoras a guardar silencio y a no tratar de seducirlo con falsas aclamaciones y reconocimientos.
El pueblo sencillo reconocía esta lucha contra el formalismo de la ley la ideología que la sustentaba. La propuesta de Jesús los liberaba de la pesada carga moral, económica y cultural que suponía cumplir los más de seis mil preceptos que estaban vigentes para regular todos los aspectos de la vida personal y comunitaria. Mucha gente se preguntaba: ¿no será este hombre el nuevo legislador? ¿No será el hombre prometido como reemplazo del profeta Moisés? ¿No será la propuesta de Jesús, el Reinado de Dios, la “nueva Ley?” ¿Por qué sus acciones liberadoras y su lucha contra el mal es tan eficaz?
Hoy debemos preguntarnos: ¿hemos seguido la propuesta de Jesús de que cada ser humano tenga un valor inalienable? ¿Creemos que nuestra tarea, como anunciadores de la buena nueva, es ayudar a todos los seres humanos a liberarse de las trabas que nos les permiten crecer con libertad y espontaneidad? ¿Tiene carácter normativo la Buena Nueva de Jesús, o la tomamos a la ligera como las noticias de cada día?" (Koinonía)



sábado, 30 de enero de 2021

EL ANACORETA Y LA NO-VIOLENCIA

 

Llegaban al desierto, constantemente, noticias de la violencia que reinaba en muchos lugares del mundo. Por eso, mientras descansaban a la sombra de la palmera después de trabajar en el huerto, dijo el Anacoreta:
- Por desgracia, siempre ha habido violencia sobre la Tierra. Por eso Jesús dijo: "Felices los que trabajan por la paz".
Miró a su joven seguidor y prosiguió:
- La no-violencia es la fuerza más grande que la humanidad tiene a su disposición. Es más poderosa que cualquier arma, por terrible que sea. Pero, la no-violencia no es fácil. No se trata solamente de ser pacíficos. Se trata de amar a los que nos odian, a los que nos hacen daño, a los que no quieren matar...Sin embargo, ahí tenemos el ejemplo de Jesús perdonando a los que lo crucificaban...

viernes, 29 de enero de 2021

EL ANACORETA Y LA RIQUEZA

 


Llegó agotado y sin nada. Tras aceptar la frugal comida del anciano y su discípulo se quejó:
- No tengo nada. Trabajo en mil cosas que apenas me dan para vivir. ¿Por qué este mundo es tan injusto?
El Anacoreta le dijo:
- Mira. Las personas más infelices que me han visitado tenían muchas riquezas. Y es que estas nos hacen insaciables. Cada vez queremos tener más. Acabamos por convertirnos en esclavos de la riqueza. Y el dinero sólo puede comprar lo que se vende. Y la felicidad no tiene precio.
Guardó unos momentos de silencio y concluyó:
- Claro que hay que desterrar la miseria de este mundo. Todo el mundo debería tener lo necesario para vivir. Y esto es menos de lo que creemos. Todo lo que tenemos de más, alguien lo tiene de menos...

jueves, 28 de enero de 2021

EL ANACORETA Y LA PAZ

 

El sol empezaba a esconderse en el horizonte, cuando el joven discípulo preguntó al Anacoreta:
- Mañana es el día Mundial de la Paz. ¿Porqué la humanidad siempre se ha visto envuelta en la guerra?
Se puso serio el anciano y tardó unos minutos en responder:
- La Paz no es fácil. Hay muchos presupuestos que el hombre no quiere poner en práctica. Para conseguir la paz, la idea de universalidad debe prevalecer a la de clan o de grupo. Si no nos consideramos hermanos, por encima de razas, naciones, continentes...es imposible la paz.
Volvió a guardar silencio. Suspiró y volvió a hablar:
- No se trata sólo de desarmar a los países. Hay que partir del desarme de los corazones. Debe prevalecer la confianza entre los pueblos y los organismos internacionales han de tener un papel verdadero. Los caminos que conducen a la paz son el diálogo, la justicia y la libertad. Pero mientras no eliminemos de nuestros corazones el odio y de nuestros actos toda clase de violencia, la paz no es posible. Porque, además del diálogo, la justicia y la libertad, la paz es fruto del amor. 
Miró a los ojos del discípulo y concluyó:
- Por esto es tan difícil la paz en nuestro mundo.
Y se fueron a rezar Vísperas... 

miércoles, 27 de enero de 2021

EL ANACORETA Y EL AQUÍ Y AHORA



Aquel hombre se quejaba de su infelicidad:
- Cuanto más lucho por conseguirla más lejos la veo. A cada paso que doy veo algo por lo que he de luchar para ser feliz. Siempre hay algo que me llama y me impide detenerme. Pasan los días de mi vida y no alcanzo esa felicidad que veo en el horizonte.
Sonrió el Anacoreta. Hizo sentar a aquel buen hombre, le dio agua de la fuente, y, tras unos momentos de silencio, le dijo:
- El gran error que cometemos es creer que la felicidad está en el futuro, que es algo por lo que debemos luchar para alcanzarla. Mirando tanto hacia el futuro, nos olvidamos de vivir el presente. Y es en esos pequeños momentos de cada día donde está la verdadera felicidad. Buscando la felicidad más allá, no disfrutamos de la felicidad que hay en el momento presente, en el ahora.
Miró con simpatía al hombre y concluyó:
- No mires tanto al futuro y prueba de vivir con plenitud el presente, vivirlo con amor...Verás como descubrirás la verdadera felicidad que has dejado escapar pensando que estaba más allá... 

martes, 26 de enero de 2021

EL ANACORETA Y LA PRESENCIA DE DIOS

 

El Anacoreta y su discípulo llevaban en el desierto una vida de silencio y oración. Pero el anciano aprovechaba momentos de paseo o las frugales comidas, para aconsejar a su joven seguidor. Aquel día le dijo:
- En vida es importante vivir la presencia de Dios. Sentirse en todo momento en sus manos. Verlo todo a través de Él. 
Se detuvo un momento y luego prosiguió:
- Viviendo su presencia, cualquier cosa nos habla de Él. Es más, es a través de los acontecimientos que Él nos habla. El menor detalle de la vida puede ser un mensaje profundo, que puede ayudarnos a avanzar mucho en nuestro camino espiritual... 
Miró a la lejanía y concluyó:
- Viviendo su presencia no podemos hacer el mal y sólo podemos amar...

lunes, 25 de enero de 2021

EL ANACORETA Y LA SOLEDAD



Llegó triste y apesadumbrado. Dijo al Anacoreta:
- Me siento terriblemente solo. No importa que esté rodeado de mucha gente. Sigo sintiéndome solo. Soledad que se hace insoportable en los momentos en que nadie me acompaña. ¿Cómo puedes resistir la soledad del desierto?
Lo miró con simpatía el Anacoreta y le dijo:
- Nunca estamos solos. El Espíritu Santo está siempre ahí, invisible, empujándonos a amar y a hacer felices a los que nos rodean. Haciendo que sintamos presentes aquellos que nos han dejado.
Miró al hombre a los ojos y añadió:
- Si pensamos en los demás; si intentamos hacerlos felices, la soledad desaparece inmediatamente. Verás que aparece en tu interior una fuerza, que te sostiene y te consuela siempre: el Espíritu que Jesús nos dejó.

domingo, 24 de enero de 2021

CONVERTIRSE Y CREER



 Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio."
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: "Venid conmigo y os haré pescadores de hombres." Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

"Después de narrarnos los comienzos del evangelio con Juan Bautista, con la unción mesiánica de Jesús en el río Jordán y con sus tentaciones en el desierto, Marcos nos relata, en unas frases muy condensadas, los comienzos de la actividad pública de Jesús: es el humilde carpintero de Nazaret que ahora recorre su región, la próspera pero mal–afamada Galilea, predicando en las aldeas y ciudades, en los cruces de los caminos, en las sinagogas y en las plazas. Su voz llega a quien quiera oírlo, sin excluir a nadie, sin exigir nada a cambio. Una voz desnuda y vibrante como la de los antiguos profetas. Marcos resume el entero contenido de la predicación de Jesús en estos dos momentos: el reinado de Dios ha comenzado –es que se ha cumplido el plazo de su espera– y ante el reinado de Dios sólo cabe convertirse, acogerlo, aceptarlo con fe.

Muchos reinados recordaban los judíos que escuchaban a Jesús: el muy reciente reinado de Herodes el Grande, sanguinario y ambicioso; el reinado de los asmoneos, descendientes de los libertadores Macabeos, reyes que habían ejercido simultáneamente el sumo sacerdocio y habían oprimido al pueblo, tanto o más que los ocupadores griegos, los seléucidas. Recordaban también a los viejos reyes del remoto pasado, convertidos en figuras de leyendas doradas, David y su hijo Salomón, y la lista tan larga de sus descendientes que por casi 500 años habían ejercido sobre el pueblo un poder totalitario, casi siempre tiránico y explotador. ¿De qué rey hablaba ahora Jesús? Del anunciado por los profetas y anhelado por los justos. Un rey divino que garantizaría a los pobres y a los humildes la justicia y el derecho y excluiría de su vista a los violentos y a los opresores. Un rey universal que anularía las fronteras entre los pueblos y haría confluir a su monte santo a todas las naciones, incluso a las más bárbaras y sanguinarias, para instaurar en el mundo una era de paz y fraternidad, sólo comparable a la era paradisíaca de antes del pecado.

Este «reinado de Dios» que Jesús anunciaba hace 2000 años por Galilea, sigue siendo la esperanza de todos los pobres de la tierra. Ese reino que ya está en marcha desde que Jesús lo proclamara, porque lo siguen anunciando sus discípulos, los que Él llamó en su seguimiento para confiarles la tarea de pescar en las redes del Reino a los seres humanos de buena voluntad. Es el Reino que proclama la Iglesia y que todos los cristianos del mundo se afanan por construir de mil maneras, todas ellas reflejo de la voluntad amorosa de Dios: curando a los enfermos, dando pan a los hambrientos, calmando la sed de los sedientos, enseñando al que no sabe, perdonando a los pecadores y acogiéndolos en la mesa fraterna; denunciando, con palabras y actitudes, a los violentos, opresores e injustos.

A nosotros corresponde, como a Jonás, a Pablo y al mismo Jesús, retomar las banderas del reinado de Dios y anunciarlo en nuestros tiempos y en nuestras sociedades: a todos los que sufren y a todos los que oprimen y deben convertirse, para que la voluntad amorosa de Dios se cumpla para todos los seres del universo." (Koinonía)




sábado, 23 de enero de 2021

EL ANACORETA SIGUE HABLANDO DE LAS IDEOLOGÍAS

 

Aquel hombre explicaba al Anacoreta cómo sus acciones y su vida eran fieles a su ideología y se quejaba de que la gente había caído en el relativismo y no se comprometía con nada.
El anciano movió la cabeza, miró al horizonte y girándose hacia el hombre le dijo:
- Hay dos errores que debemos evitar. Son los dos extremos: el fundamentalismo y el relativismo. Cuando nos hacemos esclavos de la ideología, caemos en el fundamentalismo. Y nuestra acción debe provenir de la sensibilidad, no de la ideología.
Volvió a mirar el horizonte en silencio antes de concluir:
- Las matanzas, las injusticias y las guerras provienen de la ideología, del fanatismo, que ciega a las personas ante la realidad y las endurece... 

viernes, 22 de enero de 2021

EL ANACORETA Y VIVIR CON ALEGRÍA

 

Una de las cosas del Anacoreta que llamaba más la atención a su joven seguidor, es que siempre estaba alegre. Por eso un día le preguntó:
- ¿Cómo haces para vivir siempre alegre?
El Anacoreta sonrió ampliamente y contestó:
- Intento vivir con espontaneidad y simplicidad. Mirando siempre positivamente las cosas.
Guardó un poco de silencio sin dejar de sonreír y concluyó:
- Debemos reírnos de nuestras propias penas. Darle vueltas, llorar ante los problemas, sólo aumenta el dolor. Si hurgamos la aflicción la aumentamos...

jueves, 21 de enero de 2021

REGRESO A LA NORMALIDAD

 

Estos días he estado bastante ausente de internet. La pantalla de mi ordenador dijo que se había cansado de funcionar y se apagó. Un buen informático me ha cambiado la pantalla y el ordenador vuelve a funcionar. Espero seguir publicando cada día, aunque ya os dije que me falta algo de inspiración últimamente. Hoy os dejo este texto del que ignoro su autor, pero me parece interesante.

"Cuando una persona está dispuesta a estar a solas con Dios, en el desierto, el bosque o la ciudad, un relámpago ilumina todo el horizonte y toca donde quiere. Cuando la infinita libertad de Dios brilla en las profundidades del corazón, el ser humano es iluminado. En este momento, aunque esté a la mitad de su viaje ha llegado ya a su fin."

domingo, 17 de enero de 2021

¿PROFESORES O TESTIGOS?

 


En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: "Éste es el Cordero de Dios." Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: "¿Qué buscáis?" Ellos le contestaron: "Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?" Él les dijo: "Venid y lo veréis." Entonces fueron, y vivieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: "Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)." Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)."

"En el evangelio de hoy, Juan nos relata en encuentro de Jesús con los primeros discípulos que elige. Es un texto del evangelio, obviamente simbólico, no un relato periodístico o una “crónica” de aquellos encuentros. Todavía, algunos de los símbolos que contiene no sabemos interpretarlos: ¿qué quiso Juan aludir, al especificarnos que... “serían las cuatro de la tarde”? Hemos perdido el rastro de lo que pudo tener de especial aquella hora concreta como para que Juan la detalle.
Dos discípulos de Juan escuchan a su maestro expresarse sobre Jesús como el “cordero de Dios”, y sin preguntas ni vacilaciones, con la misma ingenuidad que el joven Samuel que hemos contemplado en la primera lectura, «siguen» a Jesús, es decir, se disponen a ser sus discípulos, lo que conllevará un cambio importante para sus vidas. El diálogo que se entabla entre ellos y Jesús es corto pero lleno de significado: “¿Qué buscan?”, “¿Maestro donde vives?”, ”Venid y lo veréis”. Estos buscadores desean entrar en la vida del Maestro, estar con él, formar parte de su grupo de vida. Y Jesús no se protege guardando las distancias, sino que los acoge sin trabas y los invita nada menos que a venir a su morada y quedarse con él.
Este gesto simbólico se ha comentado siempre como una de las condiciones de la evangelización: no basta dar palabras, son precisos también los hechos; no sólo teorías, sino también vivencias; no «hablar de» la buena noticia, sino mostrar cómo la vive uno mismo, en su propia carne estremecida de gozo. O sea: una evangelización completa debe incluir una visión teórica, pero sobre todo tiene que ser un testimonio. El evangelizador no es un profesor que da una lección, sino un testigo que ofrece su propio testimonio personal. El impacto del testimonio de vida del maestro, conmueve, transforma, convence a los discípulos, que se convierten en testigos mensajeros.
Seguir a Jesús, caminar con él, no puede hacerse sino por haber tenido una experiencia de encuentro con él. Las teorías habladas –incluidas las teologías–, por sí solas, no sirven. Nuestro corazón –y el de los demás– sólo se conmueve ante las teorías vividas, por la vivencia y el testimonio personal.
En la vida real el tema de la vocación no es tan fácil ni tan claro como lo solemos plantear. La mayor parte de las personas no pueden plantearse la pregunta por su vocación, no pueden «elegir su vida», sino que han de aceptar lo que la vida les presenta, y no pocas tienen que esforzarse mucho para sobrevivir apenas. El llamado de Dios es, ahí, el llamado de la vida, el misterio de la lucha por la sobrevivencia y por conseguirla del modo más humano posible. Este llamado, la «vocación» vivida en estas difíciles circunstancias de la vida, son también un verdadero llamado de Dios, que debemos valorar en toda su dignidad." (Koinonía)



sábado, 16 de enero de 2021

LA DIGNIDAD HUMANA

 


"El mundo existe para todos, porque todos los seres humanos nacemos en esta tierra con la misma dignidad. Las diferencias de color, religión, capacidades, lugar de nacimiento, lugar de residencia y tantas otras, no pueden anteponerse o utilizarse para justificar los privilegios de unos sobre los derechos de todos. Por consiguiente, como comunidad estamos conminados a garantizar que cada persona viva con dignidad y tenga las oportunidades adecuadas a su desarrollo integral". (Fratelli Tutti, 118)

Lo que nos dice el papa francisco en este texto nos parece obvio. Pero si miramos a nuestro alrededor, nos damos cuenta que está muy lejos de cumplirse. No sólo por el hecho de vivir en un continente o en un país u otro. Sino que, dentro de una misma ciudad o población, las diferencias pueden ser abismales.
Una de las cosas que me gustan de mi colegio, es ver sentados en la misma clase, alumnos dependientes de los servicios sociales, alumnos de necesidades especiales y alumnos que llamamos, incorrectamente, "normales". Además hay algo que es palpable. Las diferencias las creamos los adultos. Los niños no rechazan a nadie. Acogen a aquellos que llegan sin conocer ni catalán ni castellano, haciendo que se integren rápidamente en el grupo.
Somos los adultos los que por motivos ideológicos, económicos, religiosos... creamos las diferencias. 

viernes, 15 de enero de 2021

INMIGRANTES

 


"La llegada de personas diferentes, que proceden de un contexto vital y cultural distinto, se convierte en un don porque las historias de los migarntes también son historias de encuentro entre personas y entre culturas: para las comunidades y las sociedades a las que llegan son una oportunidad de enriquecimiento y de desarrollo humano integral de todos. Por esto pido especialmente a los jóvenes que no caigan en las redes de los que quieren enfrentarlosa los jóvenes que llegan de otros países,haciéndolos ver como seres peligrosos y como si no tuvieran la misma inalienable dignidad de todo ser humano." (Fratelli Tutti, 133)

Por desgracia en occidente hemos olvidado nuestro origen migrante. Desde que el hombre es hombre, las sociedades se han formado a base de migraciones. Sin embargo hoy vemos estos desplazamientos como un peligro. Les colgamos el sanbenito de peligrosos, delincuentes, perjudiciales.
La Biblia recordaba a los israelitas que ellos también fueron emigrantes. Los jóvenes de hoy, deberían recordar que ellos son hijos de inmigrantes. Personas que tras la guerra civil buscaron mejorar sus vidas en las principales capitales o en Alemania o Francia.
En el colegio hay un buen grupo de chicos procedentes de Marruecos, Pakistán, Venezuela...que han debido abandonar sus países, a veces, con un camino lleno de dificultades. Algunos de ellos sin padres, viviendo actualmente en un CRAE (Centros para refugiados).
No hablemos de los campos de refugiados, que son la verguenza de Europa o de los centros de internamiento, que son auténticos campos de concentración.
No podemos llamarnos cristianos y despreciar a esas personas, que son seres humanos con los mimos derechos que nosotros y que luchan por sobrevivir.
Por otro lado, desperdiciamos la ocasión de compartir con otras culturas, que también tienen grandes valores que debemos descubrir.

jueves, 14 de enero de 2021

EL ANACORTA Y LAS IDEOLOGÍAS

Caminaban al atardecer. El Anacoreta dijo a su joven discípulo: - Lo que más daño hace a nuestra sociedad son las ideologías. El discípulo guardó silencio esperando la explicación de su maestro. El anciano, tras un rato sin decir nada, continuó: 
- Cuando se sigue ciegamente una ideología, se tiene un sistema de ideas, pero...ya no se piensa más. Se hacen las cosas sin reflexión ni voluntad. Y sobre todo sin sentimientos. Se hacen porque hay que hacerlo, y nada más. Guardó otro rato de silencio y añadió: 
- Cuando la religión se convierte en ideología, deja de ser espiritualidad y se convierte en fundamentalismo. Entonces, en su nombre, se cometen grandes barbaridades. Por desgracia la historia nos da muchos ejemplos. 
Y siguieron andando en silencio.

(Mientras tenga que conectarme con un ordenador del colegio, lo haré más tarde)

domingo, 10 de enero de 2021

PADRE E HIJO



 En aquel tiempo, proclamaba Juan: "Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo." Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán. Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto."

"En la conciencia humana brota de manera bastante espontánea la imagen de un Dios patriarcal, contaminada por la proyección de nuestros deseos y miedos, nuestras ansias y decepciones. Un Dios omnipotente, preocupado permanentemente por su honor, dispuesto siempre a castigar, que solo busca de sus criaturas reconocimiento y sumisión.
Esta imagen de Dios puede alejarnos cada vez más de su presencia amistosa. Por lo general, las religiones tienden a introducir entre Dios y los pobres humanos muchos cultos, ritos y prácticas. Pero su cercanía amorosa corre el riesgo de diluirse.
Para muchos investigadores, Jesús representa la primera idea sana de Dios en la historia. Su idea de un Dios Padre y su modo de relacionarse con Él están libres de falsos miedos y proyecciones. El cambio fundamental introducido por Jesús se puede formular así: la actitud religiosa hacia su Padre arranca de la seguridad de que Dios existe para el ser humano.
El evangelio de Marcos narra el bautismo de Jesús en el Jordán sugiriendo una nueva experiencia que Jesús vivirá y comunicará a lo largo de su vida. Según el relato el "cielo se abre", pero no para descubrirnos la ir de Dios, que llega con su hacha amenazadora, como pensaba el Bautista, sino para que descienda su Espíritu, es decir, su amor vivificador. Del cielo abierto sólo llega una voz: "Tú eres mi Hijo amado".
Es una pena que, a pesar de decirnos seguidores de Jesús, volvamos tan fácilmente a imágenes regresivas del Antiguo Testamento, abandonando su experiencia más genuina de Dios Padre." (J.A.Pagola)




sábado, 9 de enero de 2021

LA SOLEDAD

 


Todos necesitamos momentos de soledad. Momentos en los que nos encontramos con nosotros mismos y cambia totalmente nuestra percepción de las cosas. Desde los primeros siglos del cristianismo aparecieron los solitarios, anacoretas, ermitaños...En la soledad buscaban a Dios. Allí encontraban su verdadero yo, su interior, su corazón... Y allí estaba Dios.
Pero no todas las soledades son buenas. Hay soledades no buscadas, que nos hacen infelices. Personas que viven solas, porque ya nadie piensa en ellas. Personas que pueden estar rodeadas de mucha gente, como los sin techo, y sin embargo sentirse profundamente solas. Y no hay pobreza más grande que la soledad de la persona que no se siente querida.
Hay gente, gracias a Dios, que busca a esas personas y dedica su tiempo a ellas, a amarlas, a hacer que no se sientan solas. Ejemplos serían la Comunidad de San Egidio, Els Amics de la Gent Gran (Amigos de las personas mayores) o el Teléfono de la Esperanza.
Miremos a nuestro alrededor y no permitamos que, junto a nosotros, exista una persona que se sienta sola.  

viernes, 8 de enero de 2021

SOBRE TODO, AMAR...


"Queridos hermanos, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios. Todo aquel que ama es hijo de Dios y conoce a Dios.  El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Dios ha mostrado su amor hacia nosotros al enviar a su Hijo único al mundo para que tengamos vida por él. El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados."

Este fragmento de la primera carta de Juan (1Jn 4,7-10), deberíamos leerlo cada noche. Nos da la verdadera clave del cristianismo y de toda espiritualidad que sea auténtica: el Amor.
Seguir a Jesús es ofrecernos, como Él, en sacrificio por los demás. Es vivir para los demás. Sólo si amamos podemos encontrar a Dios, porque Dios está en el corazón del otro. La oración, la penitencia, los ritos...tienen sentido si nos llevan a amar a los demás. Sólo entonces nos llevan a Dios. 

jueves, 7 de enero de 2021

Y NO LE RECIBIERON...

 


Esta frase nos la dice Juan en el prólogo de su Evangelio. Pero sí hubo alguien que lo recibió: los Pastores y los Magos. Son las dos fiestas de Navidad. La Romana del 25 de diciembre y la Ortodoxa del 6 de enero. Ambas corroboran que el pueblo de Israel no recibió a Jesús. Los Pastores eran considerados gente poco religiosa y los Magos eran extranjeros, es decir, paganos. Pero los israelitas, como pueblo, no estaban allí.
¿Lo recibimos hoy? A veces vemos a personas que se consideran ateas o agnósticas, más cercanas al Evangelio, que los que nos denominamos creyentes. Los escribas, los fariseos, los Doctores de la Ley no supieron reconocerle a pesar de sus conocimientos religiosos.  Jesús, como en Belén, se sigue presentando en lo más pobre, en una cueva que servía de establo. Se nos presenta como inmigrante, como sin techo, como perseguido...¿Lo sabemos ver? Tenemos muchos conocimientos de teología y de religión, pero ¿Lo sabemos ver, lo conocemos de verdad? Navidad nos enseña que sólo los sencillos (pastores) y los que buscan la verdad (magos siguiendo la estrella) pueden encontrarlo y recibirlo.

miércoles, 6 de enero de 2021

DIOS SE MANIFIESTA,

 


Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: "¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo". Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: "Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel"".
Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: "Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo". Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.

"El evangelio que leemos hoy, en la Fiesta de la «Epi-fanía» [etimología: sobre, por encima / manifestación], confirma este carácter universal de la salvación de Dios. Mateo expresa, por medio de este relato simbólico, el origen divino de Jesús y su tarea salvífica como Mesías, como rey de Israel, heredero del trono de David; para ello el evangelista insiste en nombrar con exactitud el lugar donde nació Jesús y en confirmar, a través del Antiguo Testamento, que con su presencia en la historia se da cumplimiento a las palabras de los profetas. Por otro lado, el rechazo de este nacimiento por parte de las autoridades políticas (Herodes) y religiosas (sumos sacerdotes y escribas) del pueblo judío y el gozo infinito de los magos, venidos de Oriente, anuncian desde ya ese carácter universal de la misión de Jesús, la apertura del evangelio a los paganos y su vinculación a la comunidad cristiana. La Epifanía del Señor es la celebración precisa para confesar nuestra fe en un Dios que se manifiesta a toda la humanidad, que se hace presente en todas las culturas, que actúa en todos, y que invita a la comunidad creyente a abrir sus puertas a las necesidades y pluralidades del mundo actual.
En un tiempo como el que vivimos, marcado radicalmente por el pluralismo religioso, y marcado también, crecientemente, por la teología del pluralismo religioso, el sentido de lo «misionero» y de la «universalidad cristiana» han cambiado profundamente. Hasta ahora, en demasiados casos, lo misionero era sinónimo de proselitismo, de «convertir al cristianismo» a los «gentiles», y la «universalidad cristiana» era entendida desde la centralidad del cristianismo: éramos la religión central, la (única) querida por Dios, y por tanto, la religión-destino de la humanidad. Todos los pueblos (universalidad) estaban destinados a abandonar su religión ancestral y a hacerse cristianos... Tarde o temprano el mundo llegaría a su destino: a ser «un sólo rebaño, con un solo pastor»..." (Koinonía)

martes, 5 de enero de 2021

ABRIRSE AL MUNDO

 


"Abrirse al mundo es una expresión que han adoptado la economía y las finanzas. Se refiere exclusivamente a la apertura a los intereses extranjeros o a la libertad de los poderes económicos para intervenir sin obstáculos ni complicaciones en todos los países. Los conflictos locales y el desinterés por el bien común son instrumentalizados por la economía global para imponer un modelo cultural único. Esta cultura unifica el mundo, pero divide a las personas y a las naciones, porque la sociedad cada vez más globalizada nos hace más próximos, pero menos hermanos. Estamos más solos que nunca en este mundo masificado que hace prevalecer los intereses individuales y debilita la dimensión comunitaria de la existencia.(...) La política se vuelve cada vez más frágil frente a los poderes económicos transnacionales que aplican el divide y vencerás." (Fratelli Tutti, 12)

La globalización parecía, en un principio, la solución a los problemas del mundo. En realidad a aumentado las diferencias. Los países ricos son más ricos y los pobres más pobres. El pez grande se como al chico, diríamos popularmente. Las fronteras se han abierto para que los ricos puedan explotar económicamente a los más débiles. Se abren fronteras para las exportaciones, se eliminan aranceles, pero se cierran a la inmigración. Los habitantes de los países pobres quieren participar de la sociedad del bienestar occidental. Pero esas fronteras permeables para los productos de esos países, se hacen impermeables  a sus habitantes.
Nos quejamos de nuestros gobiernos, que muchas veces son corruptos y parecen ineptos. Es que este mundo globalizado está gobernado por los ricos, por las multinacionales. Por personas que sólo miran sus intereses. El hombre del pueblo, está cada vez más solo y desamparado.
¿Recobraremos el sentido comunitarios?¿Volveremos a ser hermanos algún día?

lunes, 4 de enero de 2021

FIN DE LA CONCIENCIA HISTÓRICA


"Una manera eficaz de licuar la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración, es vaciar de sentido o manipular las grandes palabras. ¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad? Han sido manoseadas y desfiguradas para utilizarlas como instrumento de dominación..."

Este texto, que posiblemente lo hayáis encontrado transcrito en diferentes lugares, es un fragmento de la última encíclica "Fratelli tutti" del papa Francisco. Os recomiendo que la leáis, la meditéis...Hace una análisis muy duro de nuestra sociedad y propone un sólo camino: la fraternidad. Es el pueblo quien cambiará esta sociedad, no los políticos. No es de extrañar que algunos sectores conservadores de la Iglesia la hayan tachado de comunista. Pero lo que  sí es, profundamente evangélica. No será la última vez que os transcriba e invita a la reflexión de alguno de sus fragmentos.

domingo, 3 de enero de 2021

DIOS ESCONDIDO

 



En el principio ya existía la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.
Hubo un hombre llamado Juan, a quien Dios envió como testigo, para que diera testimonio de la luz y para que todos creyesen por medio de él. Juan no era la luz, sino uno enviado a dar testimonio de la luz. La luz verdadera que alumbra a toda la humanidad venía a este mundo.
Aquel que es la Palabra estaba en el mundo, y aunque Dios había hecho el mundo por medio de él, los que son del mundo no le reconocieron. Vino a su propio mundo, pero los suyos no le recibieron. Pero a quienes le recibieron y creyeron en él les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado.
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros lleno de amor y de verdad. Y hemos visto su gloria, la gloria que como Hijo único recibió del Padre. Juan dio testimonio de él diciendo: “A este me refería yo cuando dije que el que viene después de mí es más importante que yo, porque existía antes que yo.”
De sus grandes riquezas, todos hemos recibido bendición tras bendición. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor y la verdad se han hecho realidad por medio de Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, nos lo ha dado a conocer.


San Juan nos presenta a Jesús como la Palabra y la Luz que ilumina. Sus contemporáneos no entendieron esa palabra ni vieron esa luz. Y a nosotros nos ocurre lo mismo. ¿Vemos la Luz en los demás?¿Escuchamos la Palabra que nos habla a través de los pobres, los inmigrantes, los enfermos, los perseguidos...?
Es a través de Jesús, a través de ellos que podemos llegar a Dios. Decimos que no lo vemos. Él está oculto en el otro, en los acontecimientos...,pero hay que saberlo ver. Si vemos a Jesús en el otro, encontraremos a Dios. 


sábado, 2 de enero de 2021

LA MIRADA DE DIOS


"Que el Señor te mire con agrado
y te muestre su bondad;
que el Señor te mire con amor
y te conceda la paz."

En algunas traducciones encontraréis la expresión: "Que el Señor te haga ver la claridad de su mirada y se apiade de ti."
Para los israelitas ver a Dios significaba morir, la muerte. En cambio, que Dios les mirara era la vida. La mirada de Dios es luz, es misericordia, es Amor...Es la mirada de Jesús hacia los sencillos, los pobres, los enfermos, los pecadores...
¿Cómo es nuestra mirada? Si somos seguidores de Jesús, ha de parecerse lo más posible a la suya. Sin embargo muchas veces nuestra mirada es de sospecha, suspicaz, envidiosa, interesada, de odio...
Seguramente seremos más felices si nos esforzamos en mirar como Jesús. Mirar a todos y a todo con Amor...

viernes, 1 de enero de 2021

MARÍA, LA MADRE


 En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo a Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.
Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

"Lc 2,16-21, en el lenguaje «intencionado» que por ser un género literario (“evangelio de la infancia”) utiliza con sus signos, Jesús no nace entre los grandes y poderosos del mundo sino, muy en la línea de Lucas, entre los pequeños y los humildes; como los pastores de Belén, que no son meras figuras decorativas de nuestros «belenes», pesebres o nacimientos, sino que eran, en los tiempos de Jesús, personas mal vistas, con fama de ladrones, de ignorantes y de incapaces de cumplir la ley religiosa judía. A ellos en primer lugar llaman los «ángeles» a saludar y a adorar al Salvador recién nacido. Ellos se convierten en pregoneros de las maravillas de Dios que habían podido ver y oír por sí mismos. Algo similar pasa con María y José: no eran una pareja de nobles ni de potentados, eran apenas un humilde matrimonio de artesanos, sin poder ni prestigio alguno. Pero María, la madre, «guardaba y meditaba estos acontecimientos en su corazón», y seguramente se alegraba y daba gracias a Dios por ellos, y estaba dispuesta a testimoniarlo delante de los demás, como lo hizo delante de Isabel, entonando el Magníficat.
Seguimos estando en tiempo de Navidad, tiempo en el que la ternura, el amor, la fraternidad, el cariño familiar... se nos hacen más palpables que nunca. La ternura de Dios hacia nosotros, que se expresó en el niño de Belén, inunda nuestra vida, en las luces de colores, los adornos navideños, los villancicos y las reuniones familiares. Todo ayuda a ello en este tiempo todavía de Navidad. Dejemos recalar estos sentimientos en nuestro corazón, para que perduren a lo largo de todo el año.
Al comenzar el año, al poner el pie por primera vez en este nuevo regalo que el Señor nos hace en nuestra vida, vamos a agradecerle con todo el corazón la alegría de vivir, la oportunidad maravillosa que nos da de seguir amando y siendo amados, y la capacidad que nos ha dado para cambiar y rectificar." (Koinonía)