miércoles, 31 de agosto de 2022

EL EJEMPLO DE JESÚS

 



En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta, y le pidieron que hiciera algo por ella. El, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles.
Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera, se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando. De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios". Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese. Pero él les dijo: "También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado. Y predicaba en las sinagogas de Judea.

Encontramos a Jesús haciendo el bien. Cura a la suegra de Pedro y libera del mal a los enfermos que le traían. Luego se retira a un lugar solitario para orar. Y no quiere quedarse allí, porque Él debe hacer el bien a todo el mundo. Nosotros también deberíamos tener la libertad de espíritu de entregarnos a todos y no quedarnos únicamente en nuestro entorno y allegados. Todos necesitan nuestra entrega.

"El relato del evangelio que leemos hoy acontece en los “no-lugares” (la casa), en los lugares excluidos y olvidados por la arquitectura del poder opresor político y religioso del siglo I. Jesús se hace presente en los lugares donde emergen “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los seres humanos” (GS, 1). En cada encuentro acontecido, suscitado o asumido, Jesús no solo se fija en la necesidad del otro y del entorno, sino que apela a lo esencial: moverse a compasión, desde las entrañas, frente a los anhelos de transformación e inclusión de los géneros y culturas. El filósofo francés de origen argelino expresó con desafiada belleza la experiencia de hacerse hospitalidad: “Quizás únicamente aquel que soporta la experiencia de la privación de la casa puede ofrecer la hospitalidad”. La hospitalidad de Jesús fue habitar la vida de los desposeídos y trascender sus condiciones humanas, humanizándolos. ¿Cómo podrías hacerte presente y solidario en los contextos de mayor carencia humana?  " (Koinonía)

martes, 30 de agosto de 2022

LUCHAR CONTRA EL MAL

 


En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaúm, ciudad de la Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque hablaba con autoridad. Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar a voces: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres: el Santo de Dios". Jesús le intimó: "¡Cierra la boca y sal!" El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño. Todos comentaban estupefactos: "¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen". Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca.


Una de las cosas que hizo Jesús, fue luchar contra el mal. Los endemoniados eran aquellas personas poseídas por el mal. Si nosotros queremos ser sus discípulos, también debemos luchar contra elmal. Ese mal que se muestra en nuestra sociedad de muchas formas. El poder, el dinero, la envidia, el odio...Y el arma que tenemos para ello, es el Amor. 

"La enseñanza de Jesús no es demagoga ni carente de contextos humanos. Ella se hizo indeleble, quedó grabada en los cuerpos de las personas que se encontraron o se dejaron encontrar por Él. La empatía, la solidaridad y, sobre todo, la compasión, se asoman como los dones que el mundo parece necesitar para sanar. Sin conmovernos profundamente ante un auténtico sufrimiento –sin el movimiento para intentar aliviarlo o eliminarlo– nos deshumanizamos. Propiciar la escucha, en medio del grito y frustración humana, como lo hace el Maestro, posibilita e implica la corresponsabilidad de quien anhela vivir de manera nueva. Teilhard de Chardin expresó que el futuro de la humanidad es la conciencia de Dios, después de un doloroso proceso de crecimiento. Y en nuestras circunstancias, pareciera lo único capaz de rescatarnos. Este texto es un desafío para superar el desconcierto o la desesperanza en la que vivimos muchas veces como seguidores y seguidoras del Maestro. ¿Qué podemos hacer para aliviar un poco de sufrimiento en las personas?  " (Koinonía)

lunes, 29 de agosto de 2022

MUERTE DE UN PROFETA

 


En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras, que te lo doy." Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino." Ella salió a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?" La madre le contestó: "La cabeza de Juan, el Bautista." Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista." El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.


Hoy celebramos el martirio de Juan. Todos los profetas han chocado con el poder. Se ha de ser valiente, como lo fueron ellos, para decir la verdad sin temos a las represalias. Hoy sigue muriendo gente en todo el mundo por proclamar la verdad sin tapujos. Nosotros preferimos decir medias verdades que nos permiten nadar y guardar la ropa. Por eso no somo profetas.

"La muerte de Juan El Bautista no se entiende más que en la trama de las relaciones injustas y las frustraciones del poder político y religioso opresor y perverso. Se perciben en el entramado narrativo del texto las patologías de la estructura totalitaria y piramidal del siglo I, tan actuales y diversificadas entrado el primer cuarto del siglo XXI. Convendría evocar, en tiempos de populismos, fanatismos y totalitarismos de aparente “democracia”, una frase lapidaria de Voltaire: “Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es casi incurable”. O como afirmaba Tagore: “La verdad no está de parte de quien grite más”. Aunque los fanatismos con sus gritos traten de gangrenar nuestro cerebro, el mejor antídoto es regresar a aquella sabiduría de seguir buscando la verdad antes que tenerla. El asesinato de los profetas de nuestro tiempo tiene nombre: “vergüenza política”. Todo poder que no quiere rebajarse busca siempre la manera de reafirmarse por la vía de la violencia. ¡Oremos por la soberanía de nuestros pueblos! " (Koinonía)

domingo, 28 de agosto de 2022

LA SENCILLEZ NOS HACE GRANDES

 


Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.

Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste."
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.
Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba."
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."
Y dijo al que lo había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos."


"Es humano el afán de ser, de situarse, de querer estar sobre los demás. Parece tan natural convivir con este deseo, que lo contrario se etiqueta en nuestra sociedad como “idiotez”. Quien no aspira a más, quien no se sitúa por encima de los demás, quien no se sobrevalora, es tachado a veces de “tonto” en este mundo tan «competitivo».
La «competitividad» es hoy día una de las cualidades más elogiadas en esta sociedad del siglo XXI. En ella hay un complejo sistema de normas de protocolo, por las que cada uno se debe situar en ella según su valía. En los actos públicos, las autoridades civiles o religiosas ocupan uno u otro lugar según escalafón, observando una rigurosa jerarquía en los puestos. Se está ya tan acostumbrado a tales reglas, que parece normal este comportamiento jerarquizado.
Jesús acaba con este tipo de protocolo, invitando a la sensatez y al sentido común a sus seguidores. Es mejor, cuando se es invitado, no situarse en el primer puesto, sino en el último, hasta tanto venga el jefe de protocolo y coloque a cada uno en su lugar.
El consejo de Jesús debe convertirse en la práctica habitual del cristiano. El lugar del discípulo, del seguidor de Jesús es, por libre elección, el último puesto. Lección magistral del evangelio que no suele ponerse en práctica con frecuencia. No hay que darse postín; deben ser los demás quienes nos den la merecida importancia; lo contrario puede traer malas consecuencias. El cristiano no debe situarse nunca por propia voluntad en lugar preferente.
No sólo no darse importancia, sino actuar siempre desinteresadamente. Jesús denuncia la práctica de aquellos que invitan a quienes los invitan, del “do ut des” , del “te doy para que me des”, y anima a invitar a pobres, lisiados, cojos y ciegos, gente a la que nadie invita, cuando se da un banquete; quien actúe así será dichoso, porque no tendrá recompensa humana, sino divina “cuando resuciten los justos”. Las palabras de Jesús son una invitación a la generosidad que no busca ser compensada, al desinterés, a celebrar la fiesta con quienes nadie la celebra y con aquellos de los que no se puede esperar nada. El cristiano debe sentar a su mesa, o lo que es igual, compartir su vida con los marginados de la sociedad, que no tienen, por lo común, lugar en la mesa de la vida: pobres, lisiados, cojos y ciegos. Quien así actúa sentirá la dicha verdadera de quien da sin esperar recibir.
Las palabras de Jesús en el evangelio de hoy muestran las reglas de oro del protocolo cristiano: renunciar a darse importancia, invitar a quienes no pueden corresponder; dar la preferencia a los demás, sentar a la mesa de la vida a quienes hemos arrojado lejos de la sociedad.
Quien esto hace, merece una bienaventuranza que viene a sumarse al catálogo de las ocho del sermón del monte: «Dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos».
Para Jesús adquiere el verdadero honor quien no se exalta a sí mismo sobre los demás, sino quien se abaja voluntariamente. Paradójicamente, se adquiere el verdadero honor no exaltándose a sí mismo sobre los demás, sino poniéndose el último a su servicio. La generosidad se debe compartir con los “pobres” que no pueden pagar con la misma moneda, porque no tienen nada. Honor y vergüenza adquieren en boca de Jesús un contenido diferente: el honor consiste en servir ocupando los últimos puestos y esto ya no es motivo de vergüenza sino señal verdadera de que se está ya dentro del grupo de los verdaderos seguidores de un Jesús que "no ha venido para ser servido, sino para servir y dar la vida por muchos”." (Koinonía)
 

sábado, 27 de agosto de 2022

SABERSE ENTREGAR



En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "Un hombre que se iba al extranjero llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno, hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco". Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor". Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos". Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor".
Finalmente se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo". El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán; ¿conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque el que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas, allí será el llanto y el rechinar de dientes"".

Dios quiere que hagamos producir nuestros talentos. Dios no es aquél amo terrible que nos condenará si nos hemos equivocado. Él ve nuestro interior y sabe nuestras intenciones, que es lo que cuenta. Por eso el Papa Francisco dice que prefiere una Iglesia manchada de barro porque va a los demás, que una limpia encerrada en sí mismo. Eso sería ser como el que enterró por miedo su talento. Debemos entregarnos sin miedo, dar todo lo que tenemos. Y Dios nos lo agradecerá.

viernes, 26 de agosto de 2022

EL ACEITE DEL AMOR

 


En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis". Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos". Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco". Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora".

Cuando era adolescente no me gustaba esta parábola. Consideraba a las vírgenes prudentes como unas egoistas. Luego entendí que aceite de las lámparas es el amor, la entrega, la fidelidad. Y eso...no se puede compartir. 

"La actitud y el comportamiento de las cinco doncellas sabias podrían parecer bastante poco cristianos. ¿Por qué no compartieron un poco de lo que tenían para que todos pudieran encender sus lámparas y recibir al novio? ¿No fueron egoístas? Si bien es cierto que compartir los recursos de uno es el camino cristiano, aparentemente hay ciertas cosas que simplemente no se pueden compartir, especialmente en el ámbito espiritual: uno debe cultivarlas por sí mismo, con la gracia de Dios. En el viaje espiritual, uno debe recorrer el camino por sí mismo. Uno debe generar el aceite de la perseverancia y el compromiso por sí mismo. Los demás sólo pueden estar al lado, aconsejar y animar. Un director espiritual sólo puede mostrar el camino, el dirigido debe hacer el recorrido. Un amigo puede rezar, exhortar y apoyar a otro, pero éste debe comprometerse personalmente. Nadie puede vivir la vida de otro." (Ciudad Redonda) 

jueves, 25 de agosto de 2022

ESTAR EN VELA

 



En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que, si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues dichosos ese criado si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera llegará el amo y lo hará pedazos, como se merecen los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes".


Jesús nos pide que seamos fieles en el día a día. El amor sencillo, que no llama la atención, que nadie ve, es el que nos hace estar preparados para la llegada del Señor. Es en la vida cotidiana, amando a todos, donde demostramos que somos seguidores de Jesús.

"Es una gran ironía que los seres humanos vivan como si la muerte le ocurriera a otro. Por supuesto, sabemos que somos mortales; pero de alguna manera, vivimos como si fuéramos a vivir en esta tierra para siempre. La conciencia de nuestra mortalidad o la falta de ella influye en nuestro modo de vida. Como dijo Samuel Johnson, la perspectiva de la muerte concentra maravillosamente la mente de un ser humano. En épocas anteriores, muchos monjes solían cavar sus propias tumbas y sentarse en ellas a meditar. Incluso en estos días, algunas órdenes contemplativas continúan la práctica de que cada monje prepare su propia tumba. Esto les da perspectiva. Quien es consciente de la muerte y de la realidad de dar cuenta de su vida al Creador se mantendrá despierto y estará alerta en todo lo que haga. Esa persona no será encontrada en falta cuando llegue su hora de encontrarse con el Señor de la Vida." (Ciudad Redonda) 

miércoles, 24 de agosto de 2022

NUESTROS PREJUICIOS

 



En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: "Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret." Natanael le replicó: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y verás." Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño." Natanael le contesta: "¿De qué me conoces?" Jesús le responde: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi." Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel." Jesús le contestó: "¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores." Y le añadió: "Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."

Natanael, como nosotros, está lleno de prejuicios. Si aceptáramos a las personas tal como son, veríamos a Dios en todas partes.

"El pueblito de Nazaret del que Jesús y su familia eran oriundos es sumamente difícil de ubicar en un mapa de la antigua Palestina. Era, para algunos, una zona marginal y pobre de Galilea y, para otros, un sitio que ni siquiera existió. El desdén con que se refiere Natanael a dicha tierra en el evangelio refleja, contradictoriamente, una de las revelaciones más profundas de la Buena Noticia del Reino de Dios. El Señor de la historia ha querido manifestarse a través de las personas y lugares más humildes, pobres y marginados de la sociedad. Lo que Natanael formula como pregunta retórica, implicaba automáticamente la respuesta: “No, de Nazaret no puede salir nada bueno”. Es sorprendentemente respondida con un “sí” en el plan de Dios que viene a invitar a la mesa del reino a las consideradas “no-personas” de la sociedad; las personas descartadas son las primeras a los ojos de Dios. ¡Celebremos hoy al Dios de los pobres, humildes y marginados! " (Koinonía)

jueves, 18 de agosto de 2022

EJERCICIOS EN CAMBRILS

 Os anuncio que hoy empiezo Ejercicios Espirituales en Cambrils. Durante estos día no publicaré ni me conectaré. Ni siquiera llevaré el ordenador conmigo. Espero que os acordaréis de mi en vuestras oraciones. Hasta pronto.

EL TRAJE DEL AMOR

 

En aquel tiempo volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo, diciendo: "El Reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda". Los convidados no hicieron caso, uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis convidadlos a la boda". Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos"".

Dios nos invita a todos a la fiesta sin distinción. Sólo quiere que llevemos el vestido adecuado: el vestido del Amor.
Confiemos. Si amamos, participaremos de la Fiesta.

"La novedad de la parábola no radica en la indignación del rey porque su invitación ha sido rechazada, sino en su capacidad de no desistir de la fiesta y en pensar en quienes nadie invita y anhelan ser tomados en cuenta. Con lo cual, se pone de relieve el núcleo del mensaje que el texto quiere transmitir: pese a la oposición, la falta de voluntad, el desinterés o incluso la muerte, Dios sale al encuentro de los anhelos y esperanzas de quienes libremente aceptan su propuesta humanizadora. Participar con Dios de la transformación de este mundo nos pide nuevas actitudes capaces de contrarrestar la fuerza destructora del mal. Nos dice el Papa Francisco: “En cualquier caso el hombre tiene que llevar a cabo esta empresa: salir de sí mismo” (FT 88). A esto se refiere la parábola cuando pide un traje apropiado que nos disponga a la celebración de la vida a la manera de Dios. ¿Rechazas la invitación de Dios, te dejas encontrar por Él, o sales a su encuentro?  " (Koinonía)

miércoles, 17 de agosto de 2022

UN AMOR INFINITO


 
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: "Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido". Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado". El les dijo: "Id también vosotros a mi viña". Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros".
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno". El replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? Así, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos".

Dios espera. Dios trata igual a los de la primera hora que a los de la última. Porque Dios conoce el corazón de cada persona y sabe los problemas, las dificultades, las circunstancias de cada uno. Su amor es infinito y quiere que todos se salven. Por eso debemos confiar. Por eso no debemos condenar a nadie. Todos somos hijos predilectos suyos.

"En el evangelio hay una invitación pedagógica y narrativa a identificarnos con los personajes del texto. En un primer momento: ¿Actuamos como los “primeros obreros”, con criterios de justicia y de valor limitados? Podemos llegar a creer que los sacrificios tienen que ser recompensados matemáticamente. En un segundo momento: ¿Nos identificamos con los “últimos obreros”, los que “son esta vida que han vivido o mal vivido / pero más la que aguardan todavía en las vueltas que la tierra les debe” (Eugenio Montejo). Esos que son sostenidos por la esperanza, que reconocen sus fracasos, sus debilidades, talentos y temores. En un tercer momento: ¿Asumimos el desafío de identificarnos con el dueño de la viña o nos parece desconcertante? Queramos o no, toda persona esta llamada a ser justa como lo es Dios. ¿Con quién te identificas? ¿Cuál es el programa que orienta tu vida cristiana? Vivamos desde la gratuidad y cuidémonos del egoísmo que ronda siempre nuestro actuar y relaciones." (Koinonía)

martes, 16 de agosto de 2022

CONFIAR EN DIOS

 


En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Creedme; difícilmente entrará un rico en el Reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los cielos". Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: "Entonces, ¿quién puede salvarse?" Jesús se les quedó mirando y les dijo: "Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo". Entonces le dijo Pedro: "Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?" Jesús les dijo: "Creedme, cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre y madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros".

Seguir a Jesús no es facil. Tenemos demasiadas cosas que nos atan. Por eso Jesús nos dice la dificultad para entrar en el Reino. Y por eso nosotros hemos colocado el Reino en el más allá y hemos olvidado que debeos empezarlo aquí. El Reino de los sencillos, de los humildes, de los que se entregan totalmente...El Reino del amor...Pero debemos confiar en la ayuda de Dios. Él nos ataerá y nos acogerá en sus brazos.

"El tema transversal del relato evangélico es el seguimiento de Jesús, pero desde la perspectiva de quienes lo siguen o quieren hacerlo. Por un lado, el seguimiento requiere renunciar a lo que mantiene cautiva la inteligencia, la voluntad y la libertad; aquello que tiene cautiva la capacidad de amar y que activa las tendencias egoístas. La posesión de bienes o dinero en sí mismos no es un impedimento que excluye del Reino de Dios, pero pueden mutilar las relaciones y opciones trascendentes. Por otro lado, el seguir a Jesús no es propiedad de ningún sistema o ideología; es fundamentalmente apostar, libre y sin subterfugios, por la humanización de la vida. Esta es la exigencia que el Maestro les hace a sus discípulos y discípulas para que, viviendo en comunidad, se humanicen amándose solidariamente unos a otros. Necesitamos extender esa armonía humana para con el resto de las criaturas, evitando la superioridad y la arrogancia. ¿Qué aspectos de tu vida ha cambiado el seguimiento de Jesús? " (Koinonía)

lunes, 15 de agosto de 2022

CANTAR CON MARÍA

 


En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludo a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia para siempre." María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

"En el evangelio, el canto de alegría de María que se proclama en el Evangelio se hace nuestro canto. Tenemos pocos datos sobre María en los evangelios. Los estudiosos nos dirán que, casi seguro, este cántico, el Magnificat, no fue pronunciado por María, sino que es una composición del autor del Evangelio de Lucas. Pero no hay duda de que, aun sin ser histórico, recoge el auténtico sentir de María, sus sentimientos más profundos ante la presencia salvadora de Dios en su vida. Es un cántico de alabanza. Esa es la respuesta de María ante la acción de Dios. Alabar y dar gracias. No se siente grande ni importante por ella misma, sino por lo que Dios está haciendo a través de ella.
"Proclama mi alma la grandeza del Señor". María goza de esa vida en plenitud. Su fe la hizo vivir ya en su vida la vida nueva de Dios. Hay un detalle importante. Lo que nos cuenta el evangelio no sucede en los últimos días de la vida de María, cuando ya suponemos que había experimentado la resurrección de Jesús, sino antes del nacimiento de su Hijo. Ya entonces María estaba tan llena de fe que confiaba totalmente en la promesa de Dios. María tenía la certeza de que algo nuevo estaba naciendo. La vida que ella llevaba en su seno, aún en embrión, era el signo de que Dios se había puesto en marcha y había empezado actuar en favor de su pueblo.
Más de una vez, en alguna dictadura, este canto de María se ha considerado como revolucionario y subversivo, y ha sido censurado. Ciertamente es revolucionario, y su mensaje tiende a poner patas arriba el orden establecido, el orden que los poderosos intentan mantener a toda costa. María, llena de confianza en Dios, anuncia que Él se ha puesto a favor de los pobres y desheredados de este mundo. La acción de Dios cambia totalmente el orden social de nuestro mundo: derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. No es eso lo que estamos acostumbrados a ver en nuestra sociedad. Tampoco en tiempos de María. La vida de Dios se ofrece a todos, pero sólo los humildes, los que saben que la salvación sólo viene de Dios, están dispuestos a acogerla. Los que se sienten seguros con lo que tienen, esos lo pierden todo. María supo confiar y estar abierta a la promesa de Dios, confiando y creyendo más allá de toda esperanza.
Hoy María anima nuestra esperanza y nuestro compromiso para transformar este mundo, para hacerlo más como Dios quiere: un lugar de fraternidad, donde todos tengamos un puesto en la mesa que nos ha preparado Dios. Pero en este día María anima sobre todo nuestra alabanza y acción de gracias. María nos invita a mirar a la realidad con ojos nuevos y descubrir la presencia de Dios, quizá en embrión, pero ya presente, a nuestro alrededor. María nos invita a cantar con gozo y proclamar, con ella, las grandezas del Señor." (Koinonía)

domingo, 14 de agosto de 2022

EL FUEGO DEL AMOR



En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división.
En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.


Los comentarios que hemos ido leyendo durante el año, poniendo el amor como centro de todo, pueden hacernos creer, que seguir a Jesús es algo sencillo, lleno de paz y de buenos momentos. Sin embargo, el seguir a Jesús, nos pide nuestra entrega total. Y eso nos traerá, con toda certeza, problemas y dificultades. Amar no es algo edulcorado y de color de rosa. No olvidemos, que jesús nos pide amar a nuestros enemigos y perdonar siempre. ¿Es eso fácil? Lo que no debemos perder, es la esperanza de que Él está junto a nosotros. Que su mano no nos faltará nunca. Que en sus brazos, aunque nuestra vida sea complicada, encontraremos la paz. No olvidemos, que el fuego que trae a la tierra, es el fuego del Amor.
 
"Parece que Jesús cambia aquí radicalmente su mensaje. La Buena Nueva nos parece tan hermosa, tan atenta a los débiles y pequeños, tan llena de amor y solicitud hasta por los pecadores y enemigos, que su mensaje no puede ser otro que el de una gran paz y armonía entre todos los hombres. Eso es lo que proclamaban ya los ángeles en el momento del Nacimiento (Lc 2, 24) y lo que vuelve a proclamar el Resucitado apenas se deja ver por los discípulos atemorizados (Lc 24,20-21). Aquí, sin embargo, Jesús parece decir todo lo contrario. Su mensaje no viene a producir paz y concordia entre todos, sino que lleva a la división incluso entre los miembros más allegados de la familia, padres e hijos, nueras y suegras. Pero no se trata de cualquier mensaje, de cualquier propuesta, sino de la presencia misma del Reino de Dios en sus palabras y sus gestos, en sus milagros y sus actuaciones. No cabe oír esa Buena Nueva del Reino y permanecer neutral o indiferente; no cabe entusiasmarse con Jesús y seguir en lo mismo de siempre. Por eso hay que optar con pasión, hay que tomar decisiones y actuaciones que implican cambios muy radicales en la vida. Por eso nos van a afectar a todos profundamente, más allá incluso de los vínculos familiares, por muy respetables que estos sean. El que no pone por delante a Jesús, incluso sobre su propia familia, no puede ser su discípulo (Lc 14, 26)." (Koinonía)

sábado, 13 de agosto de 2022

LA IMPORTANCIA DE LOS PEQUEÑOS

 


En aquel tiempo le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y rezara por ellos, pero los discípulos les regañaban. Jesús dijo: "Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los cielos". Les impuso las manos y se marchó de allí.


Ayer remarcábamos la poca importancia de la mujer en aquél tiempo. Hoy hemos de decir lo mismo de los niños. Sin embargo para Jesús son los predilectos. Jesús ama la sencillez, la humildad. Hacerse pequeño es el camino para llegar al Reino.

"¿Qué puede ver Jesús en los niños y niñas para pedirnos ser como ellos? Quizá los rasgos más distintivos de los niños y las niñas sean la autenticidad y la confianza. Comunitaria, social y políticamente estamos llamados a repensar el comportamiento de las sociedades adulto-céntricas que se apartan de la docilidad y la inocencia; además su relación con los niños y niñas es vertical e impositiva sin lugar para la mutua valoración en igualdad. Las comunidades cristianas han de velar por los derechos de la niñez con el correspondiente reconocimiento respetuoso de sus cuerpos y anhelos, creando entornos protectores de sus vidas y dignidades. La causa del Reino pide posibilitar a los niños y a las niñas un presente capaz de recomponer los errores del pasado y posibilidades reales de reinventar el futuro. La imposición de manos por parte de Jesús hacia los pequeños es un gesto sagrado y dignificador que estamos llamados a resignificar. Pidamos perdón por la violencia causada y hagamos justicia a los sueños de las nuevas generaciones." (Koinonía)

viernes, 12 de agosto de 2022

EL MATRIMONIO

 


En aquel tiempo se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: "¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?" El les respondió: "¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer, y dijo: "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre"". Ellos insistieron: "¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?" El les contestó: "Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así. Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer -no hablo de prostitución- y se casa con otra, comete adulterio". Los discípulos le replicaron: "Si ésa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse". Pero él les dijo: "No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los cielos. El que pueda con esto, que lo haga".


Jesús no sólo defiende el matrimonio. Está defendiendo  la mujer; porque en aquella sociedad, sólo el hombre podía pedir el repudio o el divorcio. La mujer no contaba nada. 
Hoy deberíamos preguntarnos, qué ocurre en nuestra sociedad que existen tantas separaciones. ¿Qué nos ocurre? Parece que no somos capaces de elaborar un proyecto común. Quizá confundimos amor con sexo. No buscamos soluciones a los problemas que se nos presentan. El matrimonio es un camino. Debe andarse cada día. 
 
"El matrimonio es un acontecimiento vivido e interpretado culturalmente. Para Mateo, el vínculo matrimonial nace del querer de Dios para con el ser humano en la creación y como tarea que desafía las expectativas y la voluntad de los cónyuges. El matrimonio no tiene lugar solo con el “casamiento” sino que emerge y se desarrolla en el tiempo, en la medida que se piensa y se construye un proyecto común de vida. Como proceso humano, las relaciones pueden fracasar. Para el caso de una relación en la que la soberbia ha endurecido los corazones y la inteligencia, ahí es cuando, según Moisés, debe acontecer la separación: si un vínculo ya no se puede vivir, tampoco “revitalizar”, quizá la opción más sensata y responsable para la pareja sea separarse. Lograr una relación sostenible, no solo en el matrimonio, sino en los ámbitos esenciales de la existencia, es una “tarea de vida” que implica la capacidad de resiliencia y merece la pena lucharse; no puede ser abandonada precipitadamente. ¡Ora por los matrimonios!  " (Koinonía)

jueves, 11 de agosto de 2022

EL PERDÓN

 



En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús, le preguntó: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?". Jesús le contestó: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete".
Y les propuso esta parábola: "Se parece el Reino de los cielos a un rey que quiso ajustar cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía tres mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo". El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándolo, lo extrangulaba diciendo: "Págame lo que me debes". El compañero, arrodillándose a sus pies, le rogaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré".
Pero él se negó, y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?". Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo si cada cual no perdona de corazón a su hermano". Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.

Queremos que nos perdonen, pero nos cuesta perdonar. Pedimos justicia y muchas veces es simple venganza. Tenemos dos varemos diferentes, como el deudor de la parábola, uno para nosotros y otro para los demás. Sin embargo rezamos en el padrenuestro que Dios nos perdone como nosotros perdonamos. 

"La breve conversación de Jesús de Nazaret con Pedro y la siguiente parábola, describen el desafío que supone aprender a perdonarse, perdonar a otros y dejarse perdonar. El perdón ha de ofrecerse permanentemente y, para su acontecimiento, no cabe poner límite alguno en cualquier circunstancia. Como respuesta a la perplejidad de Pedro, Mateo enfatiza con el papel de los co-esclavos (vv.24.28) que el perdón experimentado compromete a dos niveles: primero, al reconocimiento de la faltas como deudas que se tienen al mandamiento del amor; segundo, a practicar permanentemente una justicia abundante en correspondencia con el perdón experimentado. Jesús invita a interiorizar esta catequesis sobre la misericordia sentenciando que las personas, comunidades, pueblos, culturas o religiones que no interiorizan la vivencia del perdón son potencialmente genocidas. La radicalidad y praxis de Jesús han de inspirar a las comunidades eclesiales a vivir desde la compasión entrañable. ¿Cómo ha sido tu vivencia del perdón? ¿Qué crees que te hace falta para la vivencia plena de la misericordia?  " (Koinonía)

miércoles, 10 de agosto de 2022

ENTREGARSE PARA DAR FRUTO





 —«Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará».


Entregarse es morir a nuestros caprichos para dar fruto. Es seguir el camino de Jesús, que dió su vida por nosotros. No se trata de sufrir por sufrir. Se trata de entregarse a los demás como hizo Jesús.
"La imagen del grano de trigo que cae y muere en tierra subraya la densidad del morir como una forma de asumir la vida con sus posibilidades, angustias y pérdidas; de fusionarse con las fuentes originarias de la vida que renace para dar frutos. Bella y desafiadamente lo expresa el poeta venezolano Armando Rojas Guardia: “hemos sido creados para la alegría; esta es ontológicamente anterior al dolor y superior a él. Pero el camino de la alegría, en virtud de que somos finitos (y por lo tanto imperfectos, o mejor, procesualmente perfectibles), implica momentos de dolor”. La invitación Jesús de Nazaret a la comunidad eclesial es a sobreponerse al riesgo de la banalidad de un vivir demasiado volcado a la superficialidad (levedad del ser y el actuar) sin comprometerse a la transformación de la realidad. Orientarnos hacia la voluntad divina posibilita discernir y extraer de las crisis la savia existencial que permite recuperar la capacidad de dolencia y la conexión con la compasión interhumana. ¡Que tu sufrimiento sea redentor!  " (Koinonía)

martes, 9 de agosto de 2022

COMO NIÑOS.....



 En aquel momento, se acercaron los discípulos de Jesús y le preguntaron: ¿Quien es el más importante en el reino de los cielos?
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.
¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños."

"Mateo ofrece un modelo narrativo e interpretativo –invitándonos a «ser prudentes como serpientes y sencillos como palomas» (10,16)– para apropiarnos del sentido existencial y ético de la Buena Nueva de Jesús: ser como niños y niñas. En el fondo, la intención del evangelista es que la comunidad establezca una relación de confianza con Dios y un actuar orientado, en primer lugar, por la mansedumbre que apueste por el establecimiento de relaciones justas y pacíficas; y, en segundo lugar, por la humildad que nos conduce al reconocimiento mutuo y a un aprecio por la vida que supera la materialidad. Estas dos actitudes se convierten en el presupuesto de entrada a la dinámica del Reino de Dios que conduce y configura la vida de toda persona y comunidad creyentes. En definitiva, el texto nos invita a no caer en la traición estructural de la confianza en nosotros mismos, en las demás personas y en el mismo Dios. ¿Has tenido la experiencia de desvivirte por alguien desinteresadamente? " (Koinonía)  

lunes, 8 de agosto de 2022

POR ENCIMA DE LOS LEGALISMOS





 En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo: "Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres; lo matarán, pero resucitará al tercer día". Ellos se pusieron muy tristes.
Cuando llegaron a Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: "¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Contestó: "Sí". Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?" Contestó "A los extraños". Jesús les dijo: "Entonces los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti".


"La invitación pedagógica del evangelio es a optar por el proyecto del Reino y a relativizar las pretensiones de nuestras expectativas. Con este segundo anuncio de la muerte y Resurrección, Mateo ofrece una acentuación vital aún vigente: comprender el camino de Jesús de Nazaret, el Mesías liberador, implica vivir como comunidades resucitadas que lo reconocen como senda de humanización. En cambio, la desmesurada tristeza de los discípulos y discípulas del Maestro no hace más que desnudar las expectativas “miopes” de quienes lo siguen: “la esperanza puesta en una futura liberación sociopolítica bajo un modelo restauracionista de corte nacionalista y autoritario” (expectativas populistas). El mesianismo de Jesús manifiesta la praxis de otra lógica que no se caracteriza por los símbolos y mecanismos de la fuerza e imposición, sino de reconciliación y rehabilitación de lo humano, como acontecer de la vida de Dios en la condición humana, que supera todo legalismo y ritualismo. ¿Actuamos como comunidades abatidas por la pesadumbre o asumimos la vida como desafío creativo y humanizador? " (Koinonía)

domingo, 7 de agosto de 2022

ESTAR A PUNTO

 


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.
Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón.
Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.
Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre."
Pedro le preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?"
El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas?
Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles.
El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá."

"El evangelio de hoy nos presenta unas recomendaciones que tienen relación con la parábola del rico necio del domingo anterior. Los exegetas se diversifican en cuanto a la estructura que presenta el texto, y no determinan las unidades de las que se compone. La actitud de confianza con la que inicia el texto no debería de omitirse: “no temas, rebañito mío, porque su Padre ha tenido a bien darles el reino”. Esta exhortación a la confianza, que tanto gusta a Lucas, expresa la ternura y protección que Dios ofrece a su pueblo, pero expresa también la autocomprensión de las primeras comunidades: conscientes de su pequeñez e impotencia, vivían, sin embargo, la seguridad de la victoria. La bondad de Dios, en su amor desmedido, nos ha regalado el Reino. Desde aquí tenemos que entender las exhortaciones siguientes. Si el Reino es regalo, lo demás es superfluo (bienes materiales). Recordemos los sumarios de Lucas en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Lucas invita a la vigilancia, consciente de la ausencia de su Señor, a una comunidad que espera su regreso, pero no ya de manera inminente, como sucedía en las comunidades de Pablo (cf. 1Tes 4-5). La Iglesia de Lucas sabe que vive en los últimos días en los que el hombre acoge o rechaza de forma definitiva la salvación que se regala. Cristo ha venido, ha de venir; está fuera de la historia, pero actúa en ella. La historia presente, de hecho, es el tiempo de la Iglesia, tiempo de vigilancia.

Fitzmyer ilustra esta afinada concepción de la historia, aparecen varias recomendaciones en lo que puede considerarse como los “retazos de una hipotética parábola”. Lo importante será descubrir en cuál de esas recomendaciones centramos la llegada que hay que esperar de manera vigilante. La predicación histórica de Jesús tiene estas máximas sobre la vigilancia y la confianza. Ahora, en este texto se les reviste de carácter escatológico. El punto clave reside en la invitación “estén preparados”; o lo que es lo mismo, lo importante es el hoy. A la luz de una certeza sobre el futuro, queda determinado el presente. Esta es la comprensión de la historia que tiene Lucas: “se ha cumplido hoy” (4,21), “está entre ustedes” (17,20-21) y “ha de venir” (17,20).

El Reino es, al mismo tiempo, presente y algo todavía por venir («ya, pero todavía no»). De aquí la doble actitud que se exige al cristiano: desprendimiento y vigilancia. Es necesario desprenderse de aquellos cuidados y bienes de este mundo que nos dificulten la entrega gozosa y apasionada a la Causa del Reino, que es precisamente Causa del «Buen vivir»... No olvidemos esa definición teológica del Reino de Dios que dice: «Ubi Bonum, ibi Regnum»." (Koinonía)


sábado, 6 de agosto de 2022

TRANSFIGURARSE

 


En aquel tiempo tomó Jesús a Pedro, Juan y Santiago y subió a una montaña a orar. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y su ropa resplandecía de blancura. De pronto dos hombres hablaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecieron gloriosos y comentaban la partida de Jesús que se iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño. Al despertar, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. uando éstos se retiraron, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a armar tres carpas: una para ti, una para Moisés y una para Elías –no sabía lo que decía–». Apenas lo dijo, vino una nube que les hizo sombra. Al entrar en la nube, se asustaron. Y se escuchó una voz que decía desde la nube: «Éste es mi Hijo elegido. Escúchenlo».  escucharse la voz, se encontraba Jesús solo. Ellos guardaron silencio y por entonces no contaron a nadie lo que habían visto.

Jesús se transfiguró. Es decir, se presentó ante los discípulos tal como era en realidad. Nosotros nos desfiguramos y nos presentamos como querríamos que nos vieran los demás. O nos figuramos ser lo que no somos. Intentemos ser lo que realmente somos y, con nuestra entrega, vayámonos transfigurando poco a poco en Jesús.

"Para la tradición apocalíptica judía los acontecimientos de la historia no quedan en el olvido; las acciones a favor o en contra de la vida se anotan en un libro que está en la presencia de Dios; Él es quien juzga el proceder humano, buscando por todos los medios corregir y liberar. Aquí se refleja el ansia más profunda de justicia de los pueblos oprimidos y olvidados, que se ven vulnerables ante los abusos y sin recursos para cambiar su suerte desventurada. Al paso de las generaciones, hemos de ir fraguando la idea del reino de Dios, experiencia que impulsó a Jesús a transformar las relaciones humanas. Transfigurarse significó para Jesús fortalecer sus convicciones y su entrega. En nuestra vida y comunidades necesitamos transfigurar la mentalidad materialista por una más solidaria. Es momento de preguntarnos por nuestro ideal de vida: ¿Qué nos impulsa en la vida? ¿El deseo de acumular o de hacer el bien? ¿Qué podemos hacer para impulsar acciones de justicia y paz? " (Koinonía)