El joven seguidor preguntó al Anacoreta:
- Si Dios está siempre junto a nosotros, ¿por qué rezar?
Rió alegremente el anciano y respondió:
- Cierto. Dios está siempre muy cerca de nosotros; pero sólo en la oración notamos su presencia. Porque eso es precisamente orar: tomar conciencia de la presencia de Dios. Y eso podemos hacerlo en la iglesia, en nuestra habitación o en la calle, el autobús y en el trabajo. Si somos capaces de vivir esa presencia, convertimos toda nuestra vida en una oración.
Bella reflexión!
ResponderEliminarGracias.
Que hermoso escrito...¡Que importante es la oración, si lo supiéramos de verdad...
ResponderEliminarGracias Joan Josep. ¡Feliz y santo Adviento.
Dios le bendiga.
Me encantó la imagen, pregunto puedo utilizarla como perfil de IG con fines cristianos
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