Una bellísima parábola, en verdad eso somos nosotros, un pozo de aguas sucias que hay que vaciar para poder llenarlo de nuevo con el agua limpia de la fe. Saludos cordiales
Estamos ocupadas en tantas cosas, hay tanto ruido en nuestro entorno, que algunas veces resulta muy difícil darnos cuenta de lo realmente importante y quedarnos solo con ello
Es la vida, como una avenida la que nos llena de este lodo y rocas,que nos deja agobiados y saturados: y con tanto peso no atinamos en la manera de liverarnos
A veces tantas cosas superfluas llenan de barro nuestra mente y no podemos percibir lo bueno, lo bello, lo auténtico la energía de Dios. Una abraçada, Montserrat
Una bellísima parábola, en verdad eso somos nosotros, un pozo de aguas sucias que hay que vaciar para poder llenarlo de nuevo con el agua limpia de la fe.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Estamos ocupadas en tantas cosas, hay tanto ruido en nuestro entorno, que algunas veces resulta muy difícil darnos cuenta de lo realmente importante y quedarnos solo con ello
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades
Es la vida, como una avenida la que nos llena de este lodo y rocas,que nos deja agobiados y saturados: y con tanto peso no atinamos en la manera de liverarnos
ResponderEliminarA veces tantas cosas superfluas llenan de barro nuestra mente y no podemos percibir lo bueno, lo bello, lo auténtico la energía de Dios.
ResponderEliminarUna abraçada, Montserrat