jueves, 10 de julio de 2025

DAR LO QUE HEMOS RECIBIDO

 

Id y anunciad que el reino de los cielos está cerca. Sanad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad de su enfermedad a los leprosos y expulsad a los demonios. Gratis habéis recibido este poder: dadlo gratis.
No llevéis oro ni plata ni cobre ni provisiones para el camino. No llevéis ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el obrero tiene derecho a su sustento.
Cuando lleguéis a un pueblo o aldea, buscad a alguien digno de confianza y quedaos en su casa hasta que salgáis de allí. Al entrar en la casa, saludad a los que viven en ella. Si la gente de la casa lo merece, la paz de vuestro saludo quedará en ella; si no lo merece, volverá a vosotros. Y si no os reciben ni quieren escucharos, salid de la casa o del pueblo y sacudíos el polvo de los pies. Os aseguro que en el día del juicio el castigo de ese pueblo será más duro que el de los habitantes de la región de Sodoma y Gomorra.


Hoy leemos la continuación del evangelio de ayer. Jesús dice a sus apóstoles es de comunicar a los demás lo que Él les ha comunidad. Las cualidades y virtudes que poseemos no son para nosotros solos. Son para compartirlas. Para hacer de los demás otros trabajadores en la viña del Señor. Para conseguir que todos le sigan e implantar el Reino aquí.

" (...) El Evangelio nos habla de practicar la gratuidad, sin esperar nada a cambio: “lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis”. Este mensaje de Jesús sigue chocando contra la imperante mentalidad mercantilista donde todo tiene un precio. Se nos cuela la falsa creencia de que dar gratis es de tontos y que lo gratuito no tiene valor por ser gratuito. Sin embargo, las realidades más valiosas de nuestra existencia como el amor, la salud, la amistad, la felicidad o la propia vida, no se pueden comprar ni vender. Se compran y venden sucedáneos de estas realidades, pero no las auténticas. Lo más valioso se nos ha dado gratuitamente, como un regalo.
Jesús nos invita a dar nuestra vida como donación, a no medir en nuestra entrega y, si no somos reconocidos ni valorados, no olvidemos sus palabras de hoy: “si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros”."
(Juan Lozano cmf, Ciudad Redonda)

No hay comentarios:

Publicar un comentario