"Seis días después, Jesús se fue a un monte alto, llevando con él
solamente a Pedro, Santiago y Juan. Allí, en presencia de ellos, cambió la
apariencia de Jesús. Sus ropas se volvieron brillantes y
blancas, como nadie podría dejarlas por mucho que las lavara. Y vieron a Elías y Moisés, que
conversaban con Jesús. Pedro le dijo a Jesús:
– Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Vamos a hacer tres chozas:
una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Es que los discípulos estaban asustados y
Pedro no sabía qué decir. En esto vino una nube que los
envolvió en su sombra. Y de la nube salió una voz:
– Este es mi Hijo amado. Escuchadle.
Al momento, al mirar a su alrededor, ya no
vieron a nadie con ellos, sino sólo a Jesús.
Mientras bajaban del monte les encargó Jesús
que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el
Hijo del hombre hubiera resucitado. Así que guardaron el
secreto entre ellos, aunque se preguntaban qué sería eso de resucitar."
Este es un texto lleno de simbolismos. Pero hoy no me fijaré en el significado de subir a la montaña, de la presencia del Antiguo y el Nuevo Testamento, la nube...Me fijaré en Pedro, porque nosotros tenemos la tentación de hacer como él: desear quedarnos en las nubes. Y Jesús no se quedó en la montaña, sino que bajó a la realidad del llano: a su Pasión y Muerte. La oración, los momentos de Unión con Dios, no son para alejarnos de la realidad y hacernos vivir en una burbuja. Son para darnos fuerzas y enfrentarnos con la dura realidad de la vida. La voz de Dios es clara: "Este es mi Hijo amado. Escuchadle". Y esta voz sigue resonando cada día cuando vemos alguien que sufre, las víctimas de la injusticia, de la violencia y del poder...Si al verlos no escuchamos la voz de Dios: "Este es mi Hijo amado. Escuchadle", es que nos hemos quedado en las nubes, en la burbuja de nuestro egoísmo. El verdadero cristiano es aquel que sabe ver a Jesús en el pobre, el niño, el marginado, el que sufre...Al final del Evangelio, en la Ascensión, encontraremos el mismo mensaje: "¿Qué hacéis mirando al cielo? El cristianismo sólo lo es, si es encarnación. Nuestra misión es que el Reino empiece ya en este mundo; no abandonarlo por una vida espiritual artificial y egoísta. Los cojos andan, los ciegos ven, el marginado es acogido...Esa es la prueba de que el Reino ya está aquí.Ahí está el Hijo amado...
BON DIUMENGE JOAN JOSEP:
ResponderEliminarA veces se busca en la Oración una evasión.
Y si pienso que tengo que orar más de cara a fortalecerme para poderme dar más a los demás.
Pues tango qure reflexionar mucho este tema, para no quedarme entre las nubes.
Una abraçada, Monbtserrat
Bon dia Joan Josep,tienes un modo de explicar las cosas sencillas i entendedoras, para los no cultos,del cielo hay que esperar: la lluvia, y de nuestras acciones: la gloria, la satisfacción, ho la amargura.
ResponderEliminarque tingues bon diumenge
Hacer lo que propone Pedro siempre es una tentación, pero no siempre se trata de querer quedarnos en el resplandor de las nubes, a veces es simplemente la tentación de quedarnos en las nubes, aunque éstas sean de lo más negro y amenacen tormenta.
ResponderEliminarMás que quedarnos arriba es quedarnos fuera, aislarnos de esa realidad que no nos gusta o simplemente quedarnos aislados en una burbuja, nuestra burbuja: si no dejamos entrar a nadie a nuestro lado, nadie nos reprochará que dentro de una burbuja es muy difícil darse a los demás, cumplir con lo que Él nos dijo y a veces ni tan siquiera escucharle, porque en ese aislamiento nos olvidamos también de hablar con Él
Esta es una lectura que siempre me ha hecho cuestionarme muchas cosas, pero quizás no tantas como en en estos días
Estaba segura de que te gustaría, ultimamente no le veo, ¿será por las nubes?, pero cuando lo haga se lo diré
Un abrazo y feliz domingo
¡Que buena reflexión Joan Josep! Vivir en las nubes, es dar cumpli-miento al corazón, es decir mientras cumplo, (con los sacramentos, con el grupo de oración, con catequesis, con retiros, etcéteras de los etcéteras) miento en la acción.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Joan, saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta fresca reflexiòn.
El Beato Angelo Paoli, Carmelitano, decia: Si quieres ver a Dios buscalo en los pobres, por tal motivo, la Iglesia lo ha llamado, "Padre Caridad"
Es justo en esta y tantas otras realidades que Jesùs continua transfigurandose para revelarnos el amor del Padre. Seremos justamente nosotros quienes dejemos que esta vestidura blanca y mas fuerte que los rayos del sol, resplandesca en nuestra propia humanidad.
Abrazos.