Se me mostró un barco que se hundía en una tempestad. Se me volvió a mostrar unos años después en el fondo del mar. Se había convertido en refugio de peces, crustáceos y asiento de corales y madréporas. Y escuché estas palabras:
- No temas los fracasos y las derrotas. Aquello que hoy te parece un desastre, puede ser fuente de vida el día de mañana. Lo que no sale como nosotros queremos, puede, a la largo, que sea mejor de lo que esperábamos.
Hola Joan Josep.
ResponderEliminarDe vegades ens mengem el cap, pensant el que ens passará en el futur i perdem el temps perque ens creem pors inútils.
Aixó li dic sempre a un dels meus fills.
Una abraçada, Montserrat