Se acercó al Anacoreta y le explicó que esta mañana se había levantado con un dolor y una tristeza inexplicables. El Anciano le dijo:
- Si hoy te hace daño algo en tu interior, pregúntate cuándo empezó este dolor. Quizá se trate de una vieja herida que se cura poco a poco.
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Este blog permanecerá sin publicaciones unos días, ya que estaré ausente dando unas charlas a los novicios.
Hola Joan Josep, seguro que tus charlas serán amenas y los novicios las sabrán aprovechar.
ResponderEliminarUna abraçada, Montserrat
No te pases...
ResponderEliminarMi tristeza, lo sabes bien mi querido amigo, empezó con la enfermedad de mi esposa y no tengo la esperanza de recuperar por completo la alegría hasta que me encuentre con Dios.
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