jueves, 11 de septiembre de 2014

MEMORIAS DE ÁFRICA: TOGOVILLE (4)


Fue en Togoville donde me fui metiendo poco a poco en el mundo de la necesidad. En el poblado había un dispensario del estado con un buen enfermero y una farmacia (con pocos medicamentos). El hospital un poco decente más cercano, regentado por los Hermanos de San Juan de Dios, se encontraba a más de 30Km. de pista de barro en la estación de lluvias y de polvo y agujeros en la estación seca. Entre la Misión (combonianos italianos) y nosotros, hacíamos las evacuaciones de los enfermos graves al hospital.
Ayudábamos a pagar las medicinas y luego, con la ayuda de algunas diócesis españolas, pudimos tener nosotros los medicamentos para repartirlos entre los más necesitados. Allí empecé a hacer curas, sobre todo a los niños. Cambiaron al enfermero del pueblo y el que vino era un desastre. De forma que empezó a venir la gente a la casita en que vivía. Salía de clase y me encontraba la gente esperando a la puerta. Paludismo, diarreas, heridas infectadas...Era lo más corriente. Y cuando alguien parecía grave, tomar el coche y llevarlo al hospital (con media familia también). Las evacuaciones eran muchos días por la noche. Y en aquel Peugeot nació más de un niño ayudado por los baches del camino.



1 comentario:

  1. Vosaltres els misioners, el metges, els qui cureu les ferides del cos i de l´ánima, vosaltres sou "Les mans de Déu", o les seves ferramentes,.Sou la mnifestació de Crist a la terra.
    ¡Que Déu vos beneixi
    Et desitjo una bona diada desde Valencia, Montserrat

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