lunes, 1 de abril de 2019

JESÚS NOS DA VIDA


"Dos días más tarde salió Jesús de Samaria y continuó su viaje a Galilea. Porque, como él mismo afirmaba, a ningún profeta lo honran en su propia tierra. Al llegar a Galilea fue bien recibido por los galileos, porque también ellos habían estado en Jerusalén en la fiesta de la Pascua y habían visto todo lo que él hizo entonces. 
Jesús regresó a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Se encontraba allí un alto oficial del rey, que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Cuando este oficial supo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle y le rogó que bajase a su casa a sanar a su hijo, que se estaba muriendo. Jesús le contestó:
– No creeréis, si no veis señales y milagros. 
Pero el oficial insistió:
– Señor, ven pronto, antes que mi hijo muera.
Jesús le dijo entonces:
– Vuelve a casa. Tu hijo vive.
El hombre creyó lo que Jesús le había dicho, y se fue. Mientras regresaba a casa, sus criados salieron a su encuentro y le dijeron:
– ¡Tu hijo vive!
Les preguntó a qué hora había comenzado a sentirse mejor su hijo, y le contestaron:
– Ayer, a la una de la tarde, se le quitó la fiebre.
El padre se dio cuenta entonces de que a esa misma hora le había dicho Jesús: “Tu hijo vive”. Y él y toda su familia creyeron en Jesús.
Esta fue la segunda señal milagrosax hecha por Jesús al volver de Judea a Galilea."

Jesús nos da Vida; pero para obtener esta Vida debemos creer en Él. Una Fe que es confiar plenamente, abandonarse en sus brazos. El funcionario real no duda de Jesús, cree y vuelve a casa. Esta Fe es la que da la Vida a su hijo. ¿Nuestra Fe son palabras o es el abandono total en sus brazos?
"Hemos vuelto, con frecuencia, la experiencia de fe una cuestión mágica, una situación en la que los creyentes queremos tener ventajas, frente al resto de las personas. Ese es un mal camino. La fe no es una realidad que nos coloca adelante de los demás. La fe en el cristianismo es una experiencia de adhesión al proyecto de Dios, a través del seguimiento de una persona concreta: Jesús de Nazaret y del proseguimiento de su causa: el reino de Dios. Cada creyente está llamado no a creer en Jesús, sino a creerle a Jesús, hasta el punto de proseguir la manera como Jesús nos pide. Esta acción de vivir de acuerdo a la vida y palabra de Jesús trae consecuencias fuertes en la vida. La fe transforma la vida, hacen nuevas todas las cosas, pero no podemos olvidar que la fe en Jesús y en su proyecto acarrea grandes problemas. Creamos en Jesús y liberemos esta acción de toda situación mágica y ventajosa. Experimentemos una nueva vivencia de fe. La vida volverá a renacer." (Koinonía) 


1 comentario:

  1. Jesús le dijo entonces:
    – Vuelve a casa. Tu hijo vive.
    El hombre creyó lo que Jesús le había dicho, y se fue. Pare Nostre

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