Bajo este título se celebrará la semana próxima en Irún, el Encuentro de Animadores de Comunidades de Hermanos Mayores y Enfermerías de La Salle.
En el programa hay un texto que que quiero compartir con vosotros, ya que creo, se refiere, no únicamente a los profesionales de la geriatría, sino a todas esas personas que tienen en su casa un enfermo de Altzheimer, un anciano dependiente o un enfermo terminal.
"Cada vez que estoy con ella, poniendo mis manos en el corto espacio de su espalda, al finalizar nuestro encuentro, ella siempre me expresa:
- Creo firmemente en lo que me haces...y siento mucha paz...
Es lo mejor que puedo oír, y cuando me voy de su habitación, salgo también yo 'enderezada', y puedo leer mi vida desde un Dios que es presencia...y al que puedo percibir en la dignidad de todo ser humano".
"Siento que historias como éstas nos enderezan y nos enseñan, que vivir desde el amor siempre sana. ¿Cómo agradecer la vida de tantas mujeres y hombres de Dios que acompañan dignidades? Día a día, en una residencia de ancianos, en una enfermería...ellos están allí, ocultos para muchos, tejiendo entrañablemente hermosas historias de compasión y solidaridad". (Mariola López, religiosa del Sagrado Corazón)
Hola Joan Josep:
ResponderEliminarI que bé coneixes aquestes histories, doncs són págines que vius en el taranar del día a día.
Gràcies germà per tant de bé que fás en aquestes persones que ja están acaban el camí de la seva vida.
PAU I BÉ.
Una abraçada, Montserrat