lunes, 7 de abril de 2014
PARÁBOLA (26)
Se me mostró un sordo de nacimiento. Como no oía, tampoco podía hablar. Emitía unos sonidos totalmente incomprensibles. Y escuché estas palabras:
- Vosotros, obispos, predicadores, maestros, teólogos, todos los que queréis enseñar algo. Lo primero que debéis hacer es salir de vuestra burbuja y escuchar al pueblo. Sólo así podréis decir cosas que el pueblo entienda. Si no, no os enfadéis porque nadie os haga caso. Es que habláis otro idioma formado por sonidos incomprensibles.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola Joan Josep, amb aixó del facebook, ara no tiunc tant de temps per els blogs.
ResponderEliminarAvui precisament de bon matí m´he posat a escoltar "Los sonidos del silencio"
Cuánta raó hi ha en el teu escrit, es molt necesari escoltar.
Una abraçada, Montserrat