Se me mostró una lluvia que caía sobre unas plantas y sobre unas telas. Las plantas, que estaban medio secas, revivieron y crecieron. Las telas, en cambio, unas se destiñeron, otras se encogieron, incluso algunas empezaron a pudrirse...Y escuché estas palabras:
- La Gracia se derrama igual sobre todos, pero no todos la aprovechan de la misma manera. Unos la aprovechan y otros no. Mientras para algunos supone un crecimiento, para otros, por no saber acogerla, les hace retroceder. Ábrete a la Gracia como las plantas a la lluvia y crecerás.
Nunca es igual la manera que tenemos de dejarnos invadir por la gracia del Padre. Hay veces que ni siquiera dejamos que nos toque, qué difícil y duro!!
ResponderEliminarUn abrazo desde el Viejo Reyno
Aiara