¿QUIÉN SOY YO?

"Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo preguntó a sus discípulos:

– ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?

Ellos contestaron:

– Unos dicen que Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que Jeremías o algún profeta.

 – Y vosotros, ¿quién decís que soy? – les preguntó.

Simón Pedro le respondió:

– Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.

Entonces Jesús le dijo:

– Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque ningún hombre te ha revelado esto, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi iglesia; y el poder de la muerte no la vencerá. Te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en este mundo, también quedará atado en el cielo; y lo que desates en este mundo, también quedará desatado en el cielo."

Jesús pregunta a sus discípulos ¿Quién soy yo? La pregunta es importante, porque el centro del cristianismo, nuestra razón de ser, no es una doctrina, ni unos dogmas, ni una jerarquía, sino una persona: Jesús. Ser cristiano es ser seguidor de Cristo. Por eso es tan importante saber quién es. Y es cuando lo sabemos, cuando se nos dan las llaves del Reino. Cristiano es aquel que se esfuerza en su vida a seguir el camino de Jesús. Por eso el Papa Francisco nos dice en Evangelli Gaudium,20: Cada cristiano y cada comunidad debe discernir cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos están invitados a aceptar esta llamada, salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del evangelio."

Dios nos ha confiado a cada uno de nosotros una misión en el lugar y las circunstancias que le han tocado vivir. Y esta misión es la de traducir en nuestra vida el Evangelio. Si luchamos por un mundo más fraterno, si intentamos seguir a Jesús, las llaves del Reino serán depositadas en nuestras manos. Reconocer a Jesús debe cambiar nuestra vida. Reconocerlo nos ha de llevar a vivir para hacer de este mundo su Reino. Un Reino de amor y fraternidad, de paz y de concordia. El Reino de los Hijos de Dios.