"Así pues, los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al ver a Jesús, le adoraron, aunque algunos dudaban. Jesús se acercó a ellos y les dijo:
– Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced mis discípulos a todos los habitantes del mundo; bautizadlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enseñadles a cumplir todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."
Nos presenta a los discípulos en un monte. la montaña, era para todas las culturas del Medio Oriente de aquél tiempo, el lugar de encuentro con Dios. Por eso se construían los templos en las colinas y los montes. Allí, al que encuentran los once discípulos, es a Jesús. Lo adoran, pero algunos no lo tienen claro.
Jesús no les recrimina nada. Les da sus últimas recomendaciones: que vayan por el mundo haciendo discípulos, bautizándolos. Que les enseñen a cumplir lo que Él ha mandado. Y les recuerda que Él nunca los abandonará.
Podemos acabar de leer y cerrar el libro. Podemos pasar por encima del texto, como si nada. Sin embargo, en pocas líneas nos dice mucho:
¿Qué es hacer discípulos? ¿Está pidiendo Jesús un proselitismo a ultranza, utilizando cualquier método? Jesús pide discípulos, es decir, personas que le sigan, que intenten adecuar su vida a la vida de Jesús. Personas que cumplan lo que Él ha mandado. ¿Y qué es lo que Él ha mandado?: amar a Dios y amar al prójimo. dar de comer al hambriento, vestir al desnudo...hacer de este mundo una sociedad fraterna en la que nadie se haga llamar maestro, ni padre, ni señor...Sólo así Él seguirá a nuestro lado.
Jesús no les ha pedido hacer una Iglesia llena de estructuras...Les pide hacer discípulos, "ecclesia", asamblea, reunión de hermanos, comunidad.
El próximo domingo, con Pentecostés acabará el tiempo de Pascua. Nuestro propósito, con la ayuda del Espíritu, ha de ser el de llegar a ser verdaderos discípulos...Sólo si nuestra vida es puro Evangelio, lograremos que los demás nos sigan. Ni los organismos, ni las estructuras conseguirán nada si están vacías. Sólo si somos discípulos podremos contagiar a este mundo de Amor. Eso es lo que nos mandó Jesús.
Ya no sigo el calendario litúrgico por eso es bueno tener un amigo que me lo recuerda. El proselitismo a ultranza, salvo excepciones, no es el estilo de nuestra Iglesia y menos de las iglesias de base que dando ejemplo de entrega a los demás hacen discípulos sencillos y entregados a los pobres y humildes, despreciados por el dinero y el poder.
ResponderEliminarSeñor, danos tu amor, para ser tus testigos.
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