El Anacoreta se encontró con un amigo de la infancia al que hacía tiempo no veía. Aquel hombre que había sido activo y triunfador, le confesó que se encontraba en u momento delicado. Había perdido la ilusión por la vida que llevaba, pero no se atrevía a lanzarse en la búsqueda de una nueva.
El anciano lo escuchó en silencio. Luego le dijo:
- Te encuentras en un umbral. Tras de ti se ha cerrado una puerta y te has quedado en el umbral de la que ahora se abre ante ti. Algo ha muerto en ti y sólo el amor podrá renovarlo. Ama y atraviesa el umbral. Te abrirás a una nueva vida insospechada.
Amar con el amor de Dios , dar sin esperar nada a cambio , es una nueva vida insospechada tan maravillosa que algunos triunfadores en el mundo desconocen , que por sus diversas
ResponderEliminaractividades no dejan un espacio para tener un encuentro de corazón a corazón con nuestro Señor.