El Anacoreta volvió a chutar la pelota de los niños, que de nuevo había caído junto a ellos. Luego dijo:
- Mucha gente no cree, porque tiene una falsa imagen de Dios. Ya sea porque se han quedado, como mucho, en la catequesis de su primera comunión, o por la falsa imagen de Dios que comunicamos los cristianos.
El joven seguidor asentía en silencio, mientras, el anciano seguía hablando.
- El no haber profundizado en la espiritualidad, en lo que realmente comporta creer, hace que la gente tenga que enfrentarse a la vida adulta con ideas religiosas de infancia. Esto es imposible y hace que el adulto abandone la Fe.
Dejó de hablar mientras una madre pasaba frente a ellos con un niño llorando dentro de su cochecito. Luego añadió:
- Por otro lado, los cristianos hemos puesto a Dios allí donde no llega el hombre. Como quien ha de resolver todos nuestros problemas. Como decía Bonhoeffer, hemos fabricado un dios "tapagujeros". Este dios se ha de retirar a medida que la ciencia avanza. Este dios no es creíble ante los grandes desastres y problemas del mundo. O, como en la infancia, seguimos teniendo la imagen de un dios que nos espía, nos controla, nos castiga.
Miró al joven seguidor y afirmó:
- Ante esas falsas imágenes de Dios, dioses vengadores, justicieros, tapagujeros, impasibles ante el mal...yo también soy ateo.
Muchas, gracias.
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