Políticos, economistas y grandes empresarios, nos dicen cada día que la crisis ha terminado. Pero las cifras de paro siguen siendo escandalosas. El número de familias en la pobreza o en sus límites no disminuye. Mientras la clase media ve disminuido su poder adquisitivo, resulta que las grandes fortunas han aumentado sus beneficios durante la crisis. Y es que hay algo muy claro:
"El dinero llama prosperidad no al bienestar de toda la humanidad, sino al beneficio de una minoría de ella." Y es que seguirá habiendo crisis, mientras repercuta en el beneficio de unos pocos. Porque esos pocos son los que dominan el mundo.
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