Thomas Merton, en su libro "Nuevas semillas de contemplación", escribe:
"Las semillas que en todo momento planta la voluntad de Dios en mi libertad son las semillas de mi identidad, de mi realidad, de mi felicidad, de mi santidad.
Rechazarlas es rechazarlo todo; es el rechazo de mi existencia y de mi ser: de mi identidad, de mi verdadero yo."
Dios no nos obliga. Somos libres; pero va dejando semillas en nuestra vida. El problema es que, o no las sabemos ver, o nuestra tierra está llena de piedras y malas hierbas y no pueden germinar. Necesitamos silencio, momentos de contemplación. Saber ver y saber escuchar. Tener limpio nuestro corazón de piedras y yerbajos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario