"Señor,¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano si me ofende?¿Hasta siete?. Jesús le contestó: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete."
Sin embargo nos cuesta mucho perdonar. Nos cuesta porque no sabemos ver en el otro a un hermano. Porque no sabemos ver en el otro un sacramento de Cristo, su presencia.
Urs von Balthasar escribió en el año 1950 edste texto en su libro "Oración contemplativa":
"La mirada del amor cristiano está llena de fe y de contemplación creyente; la luz prendida en esta mirada hace que se ilumine también en el objeto del amor - es decir, en el prójimo - la profundidad sobrenatural: este pecador, este hombre antipático y poco interesante, este adversario declarado de la Iglesia y de Jesucristo es, en realidad, mi hermano.
Un hermano cuya cuya culpa ha sido llevada, como la mía, por Jesús (de forma que no nos podemos recriminar nada uno al otro); un hermano cuyos defectos son una carga que arrastra más o menos conscientemente; y que ha de tener, por la gracia de Dios, alguna atadura invisible, a través mío, con la carga total que pesa sobre las espaldas de Jesucristo."
(Hans Urs von Balthasar)
Bon día Joan Josep.
ResponderEliminarCuando nos hacen daño, el rencor pesa mucho en nuestra mente, pero si pensara que el perdón es una liberación, quizá se practicaría más a menudo.
El Padrenuestro nos da mucho que meditar.
Gracias por recordarnos que se ha de perdonar.
Una abraçada, Montserrat
Con relación a esta interesante reflexión escuche una frase que me gusto y dice: Perdonar es como liberar a un prisionero y luego descubrir que el prisionero eras Tu.
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