"Os aseguro que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde que vino Juan el Bautista hasta ahora, al reino de los cielos se le hace violencia, y los violentos pretenden acabar con él. Todos los profetas y la ley de Moisés anunciaron el reino hasta que vino Juan. Y, si queréis creerlo, Juan es el profeta Elías, que había de volver. Los que tienen oídos, oigan"
"Hace años varias familias fueron desalojadas de un terreno que se habían tomado. Personas pobres, sin trabajo, con pocas pertenencias. En el desalojo los golpearon, les tiraron sus pertenencias, les quemaron los ranchos de cartón y tela asfáltica. Algunos fueron detenidos y encarcelados. Pero llamó la atención la fortaleza de una mujer adulta que en medio de la tragedia manifestó su plena confianza en Dios, “es lo único que no nos han quitado ni nos podrán quitar”. Cuando los pobres ponen su esperanza en Dios no hay poder humano que los pueda derrotar en sus luchas por alcanzar mejores condiciones de vida. Juan es presentado por Jesús como “el nuevo Elías”, el gran profeta del Antiguo Testamento que todos esperaban. Es profeta porque vive una profunda experiencia de Dios, interpreta los signos de los tiempos y anuncia el pronto advenimiento del Reinado de Dios. Cuántos Juan Bautista hay que mantienen la esperanza de los pobres, como la señora de la historia. Adviento es tiempo propicio para descubrir profetas de esperanza. ¿Cómo vives tu vocación profética en medio de los tuyos?" (Koinonía)
el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
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