Mientras desayunaban, el Anacoreta dijo al joven que le seguía:
- Unos momentos de meditación al iniciar el día, son muy importantes. Cada mañana estrenamos nuestra misión, llevar amor a todos nuestros hermanos. Somos cristianos porque la gracia que hemos recibido no es sólo para nosotros, sino para los demás. Piensa que el que comunica la Buena Nueva no es testigo de sí mismo. Ni siquiera es bueno que hable demasiado de sí mismo y sus experiencias. Es testigo de lo que ha visto y de lo que ha oído. Es testigo de la Palabra que medita cada día. Sólo así se hace transmisor del Espíritu que ha infundido la Luz en su corazón.
El joven que le seguía respondió:
- Entonces, quizá será mejor callar.
Sonrió el Anacoreta mientras decía:
- Ciertamente hablamos demasiado...Pero si eres fiel a esa meditación matutina, verás como encuentras la fuerza y el sentido para hablar...Porque tu palabra no será mera charla; se transformará en compartir el fuego que se ha encendido en tu corazón...
Joan, al ver el título de tu entrada no he podido por menos que sonreir pensando en las coincidencias de pensamiento que se dan algunas veces, pues resulta que estaba escribiendo algo sobre este mismo tema, pero he visto que me liaba demasiado, lo he dejado y es cuando he visto tu entrada de hoy
ResponderEliminarYo me doy cuenta de la importancia de esos momentos de los que hablas, cuando por una u otra razón llevo un tiempo sin tenerlos, aunque es cierto que me ha costado llegar ahí, ahora me falta el conseguir tenerlos siempre más presentes
Un abrazo y feliz día
Hola Joan Josep:
ResponderEliminarCoincido, es el Ser el que medita en nosotros, démosle espacio para que se exprese.
Un abrazo.
Buenos dias Joan:
ResponderEliminarDile al Anacoreta que hay mañanas en las que la meditación echa fuego. Se puede estar callado pero... hay miradas que matan. >Sobre todo si los necios consiguen que tu ordenador se estropee y encima, te escriben.
Callada y en silencio, se puede anunciar el palo que les va a caer.
Pues eso, que estoy compartiendo el fuego que se ha encendido en mi corazón.
Besos, con bollo de desayuno.
Ayyy!!! siempre que te leo y leo a tus amigos me doy cuenta de lo apagada que estoy...y encima no me salen las palabras...es que son muy bonitas las cosas que escribes y que te escriben.
ResponderEliminarBueno amigo gracias por tus consejos aquí y en mi blog, hoy ya puedo decirte: que te quiero y no quiero que nunca salgas de mi vida. Para Joan un fuerte abrazo.
Tu musica siempre encandila mi corazón.
¿Meditación matutina?... hace días que no la practico. Y me siento triste por eso y por otras cuestiones.
ResponderEliminarUn Abrazo Joan