El próximo miércoles empezamos el tiempo de Cuaresma. Cuarenta días que sirven de preparación al misterio central del cristianismo, el Misterio Pascual. El número cuarenta se asocia simbólicamente al tiempo en el que se ha de superar una prueba: los cuarenta años de Israel en el desierto...Jesús pasó cuarenta días en el desierto...
Pero, ¿qué sentido tiene hoy la Cuaresma?
Pues...el de siempre. Es un tiempo de penitencia y de oración con una finalidad muy clara: convertirse, cambiar, mejorar, avanzar...en nuestro camino de hombres hacia Dios.
La penitencia por ella misma no tiene sentido. En el mejor de los casos sirve para ejercitar nuestra voluntad. Nuestra penitencia debe ser solidaria. Carne o pescado no deja de ser un símbolo, un recordatorio. Si no comemos carne, pero hacemos una mariscada...poco sentido tiene esta abstinencia. Si nos frotamos las manos porque el ayuno nos va a permitir bajar aquellos kilitos que nos sobran...,lo despojamos de su verdadero sentido.
Ayuno y penitencia han de hacerse para asociarnos al sufrimiento de Jesús, al Dios que sufre en los hombres. Lo que realmente ahorremos con nuestro ayuno y abstinencia debe ir a una obra social.
La verdadera penitencia es el soportar al otro, el dedicar parte de nuestro tiempo a ayudar al necesitado. Para esta Cuaresma deberíamos plantearnos algún trabajo para los otros. Sin olvidar a los que nos rodean, a los más próximos. No sea que pasemos el tiempo pensando en Haití y nos olvidemos de las necesidades de nuestros padres, nuestra pareja o nuestros hijos.
Cuaresma es un tiempo para convertirnos, para mejorar. Eso debemos hacerlo cada día, pero estos cuarenta nos los presentan para que nos dediquemos a ello con más fuerzas. Es un tiempo para pararse y volver a empezar si es necesario, o cambiar un rumbo equivocado. Es un tiempo para recordar todos nuestros buenos propósitos y decidirse a ponerlos en práctica. Por eso ha de ser un tiempo de meditación y oración.
Y como todos los días de nuestra vida, es un tiempo para reconocer nuestra debilidad, que somos frágiles y que necesitamos empezar cada día con nuevos ánimos. Que sin Él...no somos nada.
Pues si.Seguramente el mejor ayuno que quiere el Señor es Un corazón contricto y humilde.Avivar el sentimiento de amor cristiano al prójimo y convertirnos;seguir convirtiéndonos,porque toda la vida es un proceso de conversión al Padre.
ResponderEliminarAbrazos
Pero también el ayuno físico...ayuda a encaminar nuestros pasos hacia los que sufren de hambre todos los días,no sólo los cuaresmales.Nuestra madre,la Iglesia,es sabia al recordárnolo.
ResponderEliminar¡Gloria al Señor!
Paz y Bien ! Gracias, entrada edificante a nuestra vida espiritual.
ResponderEliminarQue la Paz del Señor esté siempre en tu corazón !
Pues sí, ya ha pasado otro año más, madre mía esto cada vez va más deprisa, ainsssss ¿no habría forma de frenarlo?????
ResponderEliminarBueno, y ahora ya en serio, es verdad que es un tiempo de penitencia, pero sobre todo de oración y de cambio, así es como yo lo veo, creo que nunca acabé de entender el ayuno y la abstinencia, por lo menos de la forma en la que me lo enseñaron...
Me quedo con "tu programa" para esta Cuaresma, se aerca más a mi idea sobre la misma
Con lo de la carne y la mariscada, me has recordado a mi antiguo párroco, él decía merluza en lugar de marisco jajajajaja
Un abrazo
Dedicar tiempo al otro. Menuda penitencia... especialmente cuando nos encontramos con personas a las que les cuesta dejarse ayudar :)
ResponderEliminarUn abrazo
Pablo
http://pmartimor.blogspot.com
Vengo casi todas las noches a leerte porque necesito "escuchar"el Evangelio,la Palabra,la necesodad de entrega.La cuaresma es un nombre solo, si no se abre la mano al otro.
ResponderEliminarMe sonrío cuando dices lo del cuidar a los padres.
Hoy ha sido un dia triste para nosotros.MI marido después de cuidar a su padre durante dos años seguidos,al cien por cien,le entran remordimientos (ayer ,su padre falleció) ,pensando que tal vez le faltó algo por hacer.
Y por otra parte soy feliz(sabiendo que a veces me cuesta mucho)de cuidar a mi madre de 92 años.
Amiguco,la cuaresma tiene muchas formas que nos acercan a los demás,verdad?
Y sin embargo siento que aún me falta tanto por completar¡¡
Besucos de cuaresma
Gó
P.D.
Hoy escuché las bienaventuramzas en la misa y me emocioné.
Te escucho sentada en el último banco de esta "parroquia"..
ResponderEliminarUn abrazo ..isa
Estos dias ... te echaba de menos . Ya ves, cosas que pasan . Hablas de dedicación a los otros .... jolines, Joan , he vivido en cuaresma toda mi vida y no me habia enterado ¡¡. Es broma. Mi cuaresma a sido mi elección en la vida, no me quejo. En cuanto a la mariscada ...¿ y que dices que es eso ?
ResponderEliminarUn besoooooooooooo