Esta Cuaresma no haré el comentario diario de la liturgia, sino puntualmente (los domingos por supuesto). Hoy voy a hacer un "no comentario". Vamos, que el texto de Isaías de hoy se comenta solo.
El Pueblo de Israel , hoy nosotros, se quejaba de que Dios no les ayudaba a pesar de sus ayunos y del cumplimiento de los ritos. ¿Para qué ayunar si no haces caso? ¿Mortificarnos si no te fijas?
El profeta Isaías, os recuerdo que en la biblia profeta es el que habla en nombre de Dios, no el que predice el futuro, les responde:
"Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés, y apremiais a vuestros servidores; mirad: ayunáis entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad. No ayunéis como ahora, haciendo oír en el cielo vuestras voces. ¿Es ése el ayuno que el Señor desea, el día en que el hombre se mortifica? Mover la cabeza como un junco, acostarse sobre estera y ceniza, ¿a eso le llamáis ayuno, día agradable al Señor?
El ayuno que yo quiero es este: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne.
Entonces éstallará tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino tu justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; pedirás auxilio y te dirá: Aquí estoy.
Si destierras de ti los cepos, y el señalar con el dedo, y la maledicencia; si das tu pan al hambriento y sacias el estómago del indigente, surgirá tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía."
Buenos dias, ojala algun dia se termine la miseria y se reparta todo, hasta los buenos sentimientos, feliz fin de semana, besos
ResponderEliminarCuando aportamos a los que nos necesitan, cuando repartimos nuestros dones, y propiedades, qué felices somos Dios mío! Y me pregunto, ¿En esta Cuaresma, cómo he de entrar, despojada de todo para poder volver a llenarme de nuevo?
ResponderEliminarUN abrazo Joan, desde el viejo reyno
Aiara
Ha sido mi oración de esta mañana y es cierto que este texto no necesita ningún comentario más, está clarito, clarito
ResponderEliminarUn abrazo en esta tarde de viernes que la voy a dedicar al descanso
La caridad no ha de ser una obligación del cristiano, sino más bien una devoción, una actitud natural. En esto se reconocen a los verdaderos testigos del Señor.
ResponderEliminarUn abrazo
Pablo
http://pmartimor.blogspot.com
Opino como Pablo.
ResponderEliminarLa Devoción deberia ser el motor que impulsa al Servicio, la Entrega.
Un Abrazo grande Joan.
Una afirmación y una pregunta:
ResponderEliminarMe gustaria verlo ; ¿ Será posible?
Joan , creo que todo ello es lo que en verdad persigue el hombre.... lo malo es que se pierde y no sabe cómo hacerlo.
Buenoooooo ....eso y que nos puede el comer mejor que el vecino , tener el coche más grande, la casa más bonita, el trabajo de más de prestigio, la piscina más profunda, las angulas más frescas ..... jajajaj que somos unos joios ¡¡¡¡¡ y nos ponemos orejeras para no ver más que lo que nos gusta.
( puffffffffff )
Un beso y .... no hay noticias, de momento.
No agrego nada a tus palabras. Sólo te dejo muchos saludos y te digo: Lindo poderte visitar. Siempre tus entradas me hacen reflexionar.
ResponderEliminarEste texto es tan actual que podría haberse escrito ayer mismo..la verdad es que no hemos aprendido nada ..
ResponderEliminarUn abrazo JOAN
isa