La lectura de Isaías es otro canto a la sencillez. Dios promete restaurar a Israel y lo denomina con el nombre de gusanillo. A Dios le gusta la sencillez.Teresa de Lisieux lo entendió muy bien y en ello se basa su santidad, la espiritualidad de la Infancia Espiritual. Que no tiene nada de infantilismo.
"Estamos en el siglo de los inventos y quisiera encontrar un ascensor para elevarme hasta Jesús. He buscado en los Libros Santos y he leído: Si alguien es muy pequeño, que venga a mi. Me acerqué, pues a Dios y adiviné que había encontrado lo que buscaba. Poe eso no necesito crecer; sino al contrario, quedar pequeña, achicarme cada vez más."
(Teresa de Liseux, Historia de un alma)
¡Hermano si supiera como me gusta esta Palabra de Dios...Somos tan pequeños ante Dios, y a la vez tan grandes! ¡Gracias! UN abrazo. Dios le bendiga.
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