El evangelio de hoy nos narra el sí de María al anuncio del ángel. Os dejo este precioso texto de San Bernardo. El cisterciense se coloca en lugar de María y ora. También esta ha de ser nuestra oración en Adviento.
"Hágase en mí según tu palabra. Hágase en mí por el Verbo según tu palabra. Hágase carne de mi carne según tu palabra, el Verbo que ya existía desde el principio en Dios.
No sea una palabra proferida, porque pasa; sino concebida, para que permanezca. Revestida, pero no de aire, sino de carne. Hágase en mí según tu palabra, no sólo porque pueda escucharla con los oídos, sino tocarla con mis manos, contemplarla con los ojos y llevarla a cuestas. No se haga en mí la palabra escrita y muda, sino encarnada y viva. No trazada con caracteres sin voz sobre pergaminos resecos, sino impresa vivamente en forma humana en mis castas entrañas; no por los rasgos de una pluma, sino por obra del Espíritu Santo.
En múltiples ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Nos dicen las Escrituras que unos escucharon la Palabra, otros la proclamaron y otros la cumplieron, pero yo os pido que se haga en mi vientre según tu Palabra. No quiero una palabra que predique o que declame. Quiero una Palabra que se dé silenciosamente. Hágase que se encarne personalmente y descienda a mi corporalmente. Hágase universalmente para todo el mundo y en particular hágase para mí según tu palabra. (Bernardo de Claraval)
Señor permíteme cumplir tu palabra.
ResponderEliminarFeliz Navidad y sinceros deseos de paz y bienestar famiiar.