Una iglesia de puertas abiertas que no excluya a nadie. Esto nos pide el Papa Francisco; pero no todos los obispos parecen entenderlo, demasiados no quieren entenderlo. En uno de sus libros J.K.Rowling escribe:
"Había puertas que no se abrían si no se lo pedías cortésmente o si no les hacías cosquillas en el sitio apropiado, y había puertas que en realidad no eran tales, sino sólidos muros que aparentaban ser puertas."
Algunos parece que quieren que las puertas de la Iglesia sean estos muros. Puras puertas aparentes.
Quieren que la Iglesia aparente ser una puerta de compasión y sin embargo negarse a ver el sufrimiento de las personas.
Quieren que la Iglesia parezca una puerta de humildad y sin embargo buscar los primeros puestos, los privilegios, el poder.
Quieren que la Iglesia aparente ser una puerta de confianza en Dios y sin embargo se alían con los poderosos, con el capital, con el fuerte.
Quieren que la Iglesia aparente ser una puerta de perdón y sin embargo se rechaza al que se ha equivocado, se menosprecia al diferente, se condena al otro.
En el fondo el problema es que hemos olvidado el Evangelio. Así de sencillo.
Y el caso es que la iglesia la formamos todos los que hemos sido bautizados en ella, pero hay puertas atascadas.
ResponderEliminarMe encanta el Papa Francisco.
Ahora me ha venido a la memória "Las Sandalias del Pescador"
También me he acordado de Monseñor Romero, que fue obispo de El Salvador y murió mártir por defender a los pobres.Para mi él fue una manifestación de Cristo en la tierra.
En cuanto a las parafernarias no me gustan, pero hay de todo en la viña del Señor.
Una abraçada, Montserrat
Es Dios quien abre y cierra las puertas: no los hombres,por su parte las debe de mantener siempre abiertas,ya que no son suyas,sino del padre
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