Se me mostraron dos perros. Uno era tan salvaje que siempre debía permanecer encerrado. El otro estaba tan domesticado, que no se movía nunca de su rincón. Y escuché estas palabras:
- Domestica lo que ha crecido demasiado salvaje en ti y libera lo que está demasiado domesticado. Esto te hará crecer como persona.
De una gran sabiduría y dificil de posar en práctica.
ResponderEliminarUna abraçada, Montserrat
Quizas esta sea nuestra lucha interior
ResponderEliminar