domingo, 15 de abril de 2018

CONOCERLO Y DARLO A CONOCER


"Entonces ellos contaron lo que les había pasado en el camino, y cómo reconocieron a Jesús al partir el pan. Todavía estaban hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y los saludó diciendo:
– Paz a vosotros. 
Ellos, sobresaltados y muy asustados, pensaron que estaban viendo un espíritu. Pero Jesús les dijo:
– ¿Por qué estáis tan asustados y por qué tenéis esas dudas en vuestro corazón? Ved mis manos y mis pies: ¡soy yo mismo! Tocadme y mirad: un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.
Al decirles esto, les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan de creerlo, a causa de la alegría y el asombro que sentían, Jesús les preguntó:
– ¿Tenéis aquí algo de comer?
Le dieron un trozo de pescado asado, y él lo tomó y lo comió en su presencia. Luego les dijo:
– A esto me refería cuando, estando aún con vosotros, os anuncié que todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos, tenía que cumplirse.
Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras,  y les dijo:
– Está escrito que el Mesías tenía que morir y que resucitaría al tercer día; y que en su nombre, y comenzando desde Jerusalén, hay que anunciar a todas las naciones que se vuelvan a Dios, para que él les perdone sus pecados. Vosotros sois testigos de estas cosas."

Los discípulos de Emaús están explicando a los otros discípulos la experiencia que han tenido de Jesús resucitado, cómo lo reconocieron al partir el pan.
Jesús se aparece en medio de ellos y se asustan, creen que es un fantasma. Él ha de explicarles, partiendo de las Escrituras todo lo que había sucedido. Y les dice: "Vosotros sois testigos de estas cosas".
Está claro que es imprescindible tener la experiencia de Jesús. Esta experiencia es la que transforma nuestras vidas. Es, cuando nuestras vidas están transformadas, cuando podemos ser verdaderos testigos y ayudar a los demás a tener la experiencia de Jesús.
Tenemos dos lugares para experimentar a Jesús. Aquí se nos insiste en la Palabra. Meditando las Escrituras es como encontraremos a Jesús. La otra, es sabiéndolo lo ver en los demás, en el otro; en el pobre, en el que sufre. Por eso Jesús les muestra sus manos y sus pies para que lo reconozcan.
Esto es muy importante, porque no podemos mostrar a Jesús a los demás, si nosotros no tenemos previamente esa experiencia de Jesús. Mientras los cristianos no comprendamos la Palabra y no dediquemos nuestras vidas a los más necesitados, a los perseguidos...,no podremos ser testigos de Jesús, no podremos darlo a conocer a los demás. Si la Iglesia es la Iglesia de los poderosos, de los que mandan, de los ricos..., no muestra a Jesús; lo esconde y da una falsa imagen del Resucitado.




1 comentario:

  1. "Per què us alarmeu, per què teniu aquests dubtes en el vostre cor...Veieu, toqueu...i li donaren de menjar..." Pare Nostre

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