miércoles, 7 de noviembre de 2018

RENUNCIAR


"Jesús iba de camino acompañado por mucha gente. En esto se volvió y dijo:
- Si alguno no me ama más que a su padre, a su madre, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun más que a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no toma su propia cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. Si alguno de vosotros quiere construir una torre, ¿acaso no se sentará primero a calcular los gastos y ver si tiene dinero para terminarla? No sea que, una vez puestos los cimientos, si no puede terminarla, todos los que lo vean comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar.’  O si un rey tiene que ir a la guerra contra otro rey, ¿no se sentará primero a calcular si con diez mil soldados podrá hacer frente a quien va a atacarle con veinte mil? Y si no puede hacerle frente, cuando el otro rey esté todavía lejos le enviará mensajeros a pedirle la paz. Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que tiene no puede ser mi discípulo."

Seguir a Jesús no es fácil. Exige renuncia. Y renuncia de aquello que más apreciamos. Seguir a Jesús es abrazarse a las dificultades para ir tras Él.
 "Las sentencias y parábolas del evangelio de hoy muestran lo exigente que es el seguimiento de Jesús. Optar por Jesús se convierte en el eje central de la vida al que todas las demás opciones, la casa y la vida, le quedan supeditadas. Por si fuera poco, se trata de una opción marcada con la ignominia y la muerte. Esta decisión debe ser ponderada cuidadosamente. El discipulado de Jesús no es un asunto para menores de edad. El evangelio lo deja claro, sólo que el evangelio de hoy concluye de una manera desconcertante. A la doble reflexión de las parábolas sobre la capacidad para llevar a buen término la opción adoptada, se compara la renuncia de los bienes. La pobreza es parte integral del seguimiento de Jesús. Sin renunciar a los bienes no hay discipulado. Ser discípulo implica vivir en continuo aprendizaje del Maestro. Los bienes y los honores impiden aprender de él, lo mismo la seguridad que brinda el entorno familiar e incluso, el amor a sí mismo. ¿Qué estamos aprendiendo de Jesús este día? Salgamos de nuestra zona de confort."(Koinonía) 

1 comentario: