"No os angustiéis: creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, no os habría dicho que voy a prepararos un lugar. Y después de ir y prepararos un lugar, vendré otra vez para llevaros conmigo, para que vosotros también estéis donde yo voy a estar. Ya sabéis el camino que lleva a donde yo voy.
Tomás dijo a Jesús:
– Señor, no sabemos a dónde vas: ¿cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó:
– Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre."
La festividad de los Fieles Difuntos es un momento para recordar a aquellas personas, que hemos conocido y amado y ya no están entre nosotros. Pero también ha de ser un tiempo para reflexionar sobre la muerte, que es reflexionar sobre nuestra vida. ¿La vivimos con plenitud?¿Aprovechamos realmente el tiempo?. La muerte se ha ocultado muchas veces. Sin embargo, Jesús nos dice que no la debemos temer. Morir es hacernos uno con el Uno. Para ello, debemos seguir a Jesús. Él es el camino, la verdad y la vida. Seguirlo es dedicar nuestra vida a los demás, a los más pobres, a los que sufren, a lo perseguidos...,como leíamos en el evangelio de ayer. Este es el verdadero camino que nos lleva al Padre.
"No us angustieu...creieu en Déu i en Mi..."Camí Veritat i Vida.
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