Esta oración la ha escrito un religioso anciano, pero sirve para todas las personas que entran en la tercera edad.
Ayúdame, Señor, a seguir creciendo como Hermano.
Convénceme de que no son injustos conmigo
los que me quitan alguna de las responsabilidades
que ocuparon mi tiempo y mi energía;
los que ya no piden mi opinión como antes;
los que llaman a otro
para que ocupe mi puesto.
Quítame el orgullo de mi experiencia pasada.
Quítame el sentimiento
de creerme indispensable.
Que en este gradual desapego de las cosas
yo sólo vea la ley del tiempo, Señor,
y considere este relevo en algunos trabajos
como una llamada que me haces a ser feliz,
como una manifestación interesante de la vida
que se revela bajo el impulso de tu providencia.
Pero ayúdame, Señor,
para que siga siendo útil a los demás
contribuyendo con mi optimismo y mi oración
a la alegría y el entusiasmo
de los que ahora tienen la responsabilidad;
viviendo en contacto humilde y sereno
con el mundo que cambia,
sin lamentarme por el pasado que ya se fue;
aceptando mi salida de unos campos de actividad
como acepto con naturalidad sencilla la puesta de sol.
Finalmente,te pido que me perdones
si sólo en esta hora tranquila
caigo en la cuenta de cuánto me amas;
y concédeme que, a lo menos ahora,
mire con gratitud hacia el horizonte
desde el primer momento de mi vida.
Enséñame, Señor, a envejecer y a seguir creciendo. Amén.
HOLA JUANJO
ResponderEliminarBONITA ORACION TIENE ESE HERMANO RELIGIOSO , NOS CUESTA A TODOS ASIMILAR LO QUE FUIMOS Y NO SOMOS Y MAS EL PODER O MANDO QUE TUVIMOS EN UN PASADO Y AHORA YA NO NOS TIENEN EN CUENTA.
PERO LOS AÑOS NO PERDONAN Y EL RELEVO GENERACIONAL ES NECESARIO Y SI VA ACOMPAÑADO DE NUEVOS METODOS ACORDE A ESTOS TIEMPOS MEJOR , AUNQUE NOS CUESTE ASIMILARLO POR LO DE "SIEMPRE SE HA HECHO ASI".
UN ABRAZO AMIGO.
Esta oración me ha emocionado.
ResponderEliminarGracias por ponerla, Joan.
Una abraçada!
Llegar a la vejez no debe ser sinónimo de: decrépito. Todas las etapas de la vida sirven para crecer, para compartir y enriquecernos.
ResponderEliminarSi no tenemos una enfermedad que nos impida estar lúcidos, tengamos más o menos movilidad, la vida nos ofrece cada día un "arcoíris" de posibilidades para desarrollarnos hasta el último momento.
También en la enfermedad podemos crecer, todo dependerá de nuestra forma de aceptar y vivir cada momento.
Otra cosa que deberíamos tener muy presente es no olvidarno de REIR. La risa es un buen antídoto contra la depresión y nos ayuda a elevar la autoestima, aparte de ser un buen ejercicio porque masajea todo el cuerpo.
Muchas gracias por la entrada, es bueno que nos animen a llegar a la vejez y sobre todo ahora que cada vez somos más longevos.
Un cordial abrazo
No tengo nada claro cuando se entra en la tercera edad, pero lo que si que tengo claro es cuando empiezan a disminuir las fuerzas y lo que antes se hacía con la gorra, ahora cuesta un auténtico triunfo.
ResponderEliminarCreo que la persona que ha hecho esta oración es muy sabia, pero sobre todo tiene las ideas muy claras, así es que con tu permiso me la llevo, creo que voy a echar mano de ella en más de una ocasión
Un abrazo y gracias
Soqui
Preciosa oración Joan.ME hace reflexionar..,al igual que Soqui también noto como las cosas que antes realizaba sin ningún esfuerzo ahora me cansan ,y esto no aceptado si puede ser un problema....
ResponderEliminarUn beso..isa
Preciosa Oración.
ResponderEliminarNo importan los años, importa haber aprendido de la experiencia vida.Importa saberla transmitir, importa saber vivir el tiempo que nos quede.
Un abrazo Joan.
la palabra jubilacion se define de jubilo por tanto, si en verdad a lo largo de nuestras vidas hemos encontrado y dedicado a la que nos gusta y es util desde este momento disfrutemos nuestra jubilacion. felicidades por dar gracias a Dios
ResponderEliminarque hermoosoooo de verass te pasasteeeee bien echo
ResponderEliminarAgradezco infinitamente esta bella oración, aunque personalmete no soy jubilado, tengo 49 años y me quede sin empleo hace dos años y esta pausa me ha servido para reflexionar sobre mi vida y para alcanzar una mayor cercania con Dios. He podido darme cuenta que para la sociedad terrena mi edad cuenta mucho y me limita; mas para Dios, no tengo edad, hasta el último segundo de mi vida le puedo servir.
ResponderEliminarGracias por tan bella oración, por su análisis de quienes dejamos de trabajar porque el mundo en que vivimos así lo ha impuesto.Tengo más de 65 años y no me siento débil ni falto de fuerzas. Miro con optimismo y alegría mi futuro que cierto estoy será mucho más breve que mi pasado. Mi corazón late todavía alegre al ver que cada amanecer nuestro Padre Sol ilumina diariamente nuestra imponente Cordillera de los Andes con sus preciosos montañas, como también sentir que mis pies son acariciados por las olas de nuestro infinito y, a veces, inquieto, Océano Pacífico. Soy un hombre agradecido de Dios y de la vida transcurrida con muchos altibajos, pero feliz
ResponderEliminarde vivir en esta hermosa tierra de desiertos áridos, frondosos bosques y también hielos eternos por el sur, es mi querido e incomparable Chile, al fin del mundo.
Agradecido por permitirme escribir estas sencillas palabras, y reiterar mis agradecimientos al Todopoderoso por existir.
Cordialmente,
Hugo Gustavo
Estás en tu casa, Hugo. Siempre serás bienvenido. Un abrazo: Joan Josep
ResponderEliminarGracias por este hermoso mensaje, yo tengo 65 años y hace exactamente 7 meses que dejè de trabajar, màs que nada por una enfermedad que apareciò de golpe. Gracias a Dios ahora estoy bien, pero recièn estoy sintiendo un bajòn porque estaba acostumbrada a la hiperactividad. Este mensaje me ha llegado muy hondo y me hace reflexionar que esto es lo que Dios me estaba pidiendo, descanso, que yo me detuviera y mirara a mi alrededor las cosas bellas que El cada dìa me regala y que no habìa podido disfrutar. NUEVAMENTE GRACIAS POR SUS PALABRAS. Silvia.
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte por esta casa. Saber aceptar las circunstancias de cada momento es esencial para "vivir". Dios nos espera en cada esquina de la vida. Un abrazo: Joan Josep
EliminarEste poema lo leí hace varios años en una revista religiosa y me emocionó. Soy docente jubilada y tuve que pasar por todas las etapas que menciona el autor. Me ayudó su lectura en ese proceso. Y salí indemne. Estoy en las etapas que comienzan con: "Pero, ayúdame, Señor,/ para que siga...". Y lo estoy logrando. Hace tres días, se jubiló una colega y amiga. Pienso dárselo. Que este poema a la vida, después de años de trabajo, sirva a muchos. Dios bendiga al autor y quien la subió.
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