"En aquel tiempo, Jesús se retiró al Monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él y, sentándose, les enseñaba. Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron: 'Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras: tú ¿qué dices?'. Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribió con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: 'El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra'. E inclinándose otra vez siguió escrbiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó sólo Jesús, y la mujer en medio, de pie. Jesús se incorporó y le preguntó: 'Mujer, ¿dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado?'. Ella contestó: 'ninguno, Señor'. Jesús dijo: 'Tampoco yo te condeno. Anda, y no peques más'."
Curiosamente, conozco a algunos no creyentes, que lo que no pueden aceptar del cristianismo es el perdón. No pueden aceptar que con el sólo arrepentimiento, después de una vida de crímenes, Dios perdone. Para Nietzche, el perdón, la misericordia, eran debilidades que se debían erradicar. Si somos sinceros, lo que nos cuesta aceptar es que se perdone al otro. Como les pasaba a aquellos judíos. La ley de Moisés decía exactamente: "Si sorprenden a uno acostado con la mujer de otro, han de morir los dos: el que se acostó con ella y la mujer. Así extirparás la maldad de ti." (Dt 22, 22) ¿Dónde estaba el hombre? Probablemente entre los apedreadores. Porque nosotros tenemos dos medidas. El rigor, la exigencia, para con los demás. El perdón, la comprensión, para conmigo.
En todo el evangelio sólo encontramos un Jesús: el que perdona, el que cura, el que quiere el bien de todos. Un Jesús que únicamente se pone severo con los "buenos oficiales", con nosotros, que nos creemos buenos. El mensaje que Jesús nos da en este texto no está de moda y puede, incluso, molestarnos: Todos somos pecadores.
Sin embargo cualquier psicólogo honesto nos dirá, que el primer paso para crecer, para madurar, es reconocernos tal como somos: reconocer nuestros defectos, nuestros pecados.
Y reconocer nuestros pecados no es sumirnos en las tinieblas de la culpabilidad. Es estar convencidos de que Dios nos perdona y por eso también perdona a los demás; por muy imperdonables que me parezcan.
Sí, ya lo sé. Jesús añadió: "Y no peques más..." Pero Él sabe que quizá, al girar la esquina, volveremos a caer. Por eso Él siempre está a nuestro lado, para volvernos a levantar...
Perdonar es un ejercicio de muy difícil ejecución. Como dices en tu escrito, somos exigentes con los demás y tolerantes con nosotros mismos. Deberíamos darnos cuenta que, perdonar a los demás, nos hace crecer como seres humanos. ¿Siempre lo hacemos?... lamentablemente no, más bien casi nunca actuamos de esa manera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pepe.
No se perdona tan facilmente, se ha de ser consciente, se te ha de remover la consciencia, y la voluntad de enderezarte:ENTONCES ES CUANDO VIENE EL PERDON
ResponderEliminarPero yo no creo en las normas de la Iglesia que te tratan de pecador si no las cumples, eso es esclavizar al espiritu: los pecados se sienten en la consciencia, y si no los sientes, no lo son.
Las personas dentro de su educación religiosa, y consciente del evangelió,y por su modo de ser y de pensar deven ser libres, y no atarse ha ninguna norma que baya en contra de sus convicciones: eso quiere decir, que si no amas ha Dios sobre todas las cosas, por lo menos ama ha tu progimo como ha ti mismo
Paz y Bien !
ResponderEliminarHay de mí si no perdono ! El perdón es la máxima expresión de la acción manifiesta del amor de Dios en nuestros corazones. Al perdonar estamos bendiciendo, porque dentro de nuestra esperanza como cristianos, aguardamos una bendición del Padre (1Pe 3, 8-9).
Al perdonar y amar a nuestros enemigos ya no existen enemigos, sino hermanos abrazados y contenidos en el misterio del amor de Jesús.
Sino perdonamos es como aquel que intenta apagar un incendio con combustible. Las llamas de su orgullo lo consumirán.
De hecho, ¿acaso el pecado, bajo la forma de vanidad, orgullo, ira, falta de misericordia nos nos convierte en adulteros en nuestra relación con Dios y su plan para nuestras vidas ?
Jesús nos dijo a todos: "Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia".
Gracias Joan por esta entrada, mis saludos en el amor de Cristo Jesús y que la Paz esté siempre contigo.
Yo soy conciente de todo el daño que he podido causar a los mios.
ResponderEliminarTodavía tengo un largo camino que recorrer para perdonarme, incluso para que me perdonen.
Si Dios existe, espero que me haya perdonado, nunuca quise hacer daño de verdad. Yo no era conciente.
Y ahora siempre intento hacer el bien, antes también pero por culpa de mis impulsos me traicionaban y la liaba.
Supongo que si mis padres me han perdonado, Dios también me perdonará. No sé.
Bueno un abrazo bien fuerte.
Solo se vive en paz, cuando se disculpa ha los demas, y te disculpas tu por tus herroeres, no nos podemas pasar la vida señalando con el dedo, ho dandonos golpes en el pecho.
ResponderEliminarNuestra misión es amar, y eso es lo que devemos de hacer y pensar, lo demas ahunque no se olvide se perdona oh se disculpa: pues pensando egoistamente tu tambien sientes la necesidad de que te disculpen; si esto es ser misericordioso es porque la paz reina en los corazones de los hombres de buena boluntad
Hoy en La Eucaristia, nos han hablado del Jesús al que le cuesta trabajo condenar, de su silencio antes de decidirse a contestar a los fariseos que le pedían una condena casi inmediata... Jesús no quiere condenar, Jesús nos ama por encima de todo y tras su NO condena y después de despedirla deseándole la paz, le recuerda que no lo vuelva a hacer, nada más
ResponderEliminarDeberíamos de tener presente este texto y ponernos en el lugar del otro, pensar por lo que puede estar pasando, cual es su situación, su porqué; es posible que si dedicamos algún tiempo a hacerlo así, no seamos tan rápidos en nuestras condenas
Un abrazo en este casi final de domingo
Me temo que cada vez entiendo menos al hombre ... y si voy más lejos ; ni a mi misma. Mi forma de ver la vida está lejos de lo que se entiende por "normal". Empiezo a tener la necesidad de convertir mi corazón en piedra . Es la forma de ahorrar sufrimiento.
ResponderEliminarNo sé.... tal vez es por estos aires de primavera.
Un beso
Gloria
Un beso
Esta mañana he recibido una pequeña "lección" al escuchar el Evangelio.Me explico:suelo ir a la eucaristia de las once,la de los niños que se están preparando para hacer la primera comunión.Hoy los pequeños escenificaban este Evangelio,la Iglesia estaba a rebosar precisamente por este hecho,los tios ,los abuelos..,en fin toda la familia que los demás Domingos brillan por su ausencia(no van los propios padres ,se limitan en dejarles a la puerta y después vuelven a buscarles).Los papás camara de fotos en ristre para inmortalizar la "actuación "de los crios.
ResponderEliminarLas personas que tenía a mi izquierda ,no han participado en ningún momento de la celebración Eucaristica.En mi fuero interno estaba molesta,creo que para muchos de esos padres la primera Comunión es un mero acto social
Al oir el Evangelio me he dado cuenta que era como esos fariseos ...¿quien soy yo para juzgar a nadie?..tal vez mi compartamiento en las celebraciones sea distinto al de ellos ,pero fallo en muchas cosas más,al final ,también he dejado mi piedra en el suelo...
Un abrazo..isa
Aún estamos a la espera de resultados ..
Perdonar,el perdón...es lo más grande que nos queda dentro de nuestras fragilidades.
ResponderEliminarY ÉL dijo:"no peques más"y aladió en otra ocasión:"Perdona hasta setenta veces siete¡¡"Siempre ¡¡¡
EL dia de hoy,con el valor del perdón,dan alivio,descanso a la mente y al cuerpo,porque dia a dia,el cansancio nos hace llegar a pensamientos nunca iamginados.
Reza por nostros,Joan,por todos los que sufren y entre ellos por tu amigo,por los ancianos,por la imcomprensión,por el miedo..
Rezaré también
Besucos
Gó
yo estoy pasando uno de esoso momentos en mi vida que me ha obligado a saber perdonar despues de mucho sufrir, la circunstancia es más problemática de lo que a simple vista puede parecer, y desde luego no algo para poner aqui, pero sí, gracias a ello me he dado cuenta que es mejor perdonar, y te aseguro que lo he hecho, creo que cuando uno no aprende a encontrar el camino para el perdón se queda exclavizado y atascado siempre....un beso joan
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