"Dijo Jesús a sus discípulos:
- No temas, pequeño rebaño; porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el Reino. Vended vuestros biens, y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón. Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan que su señor regrese de la boda, para abrirle, apenas llegue y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentra en vela: os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros estad preparados, porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del Hombre.
Pedro le preguntó:
- Señor, ¿has dicho esta parábola por nosotros o por todos?
El Señor respondió:
- ¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta su ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo al llegar lo encuentra portándose así. Os aseguro que le pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: Mi amo tarda en llegar, y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse; llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra, recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá."
Parece que está de moda hablar del fin de los tiempos. Sectas, Nostradamus, supuestas apariciones, se encargan de decirnos que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. Jesús nos dice claramente que nadie sabe ni el día ni la hora, y, que si estamos despiertos no importan ni ese día ni esa hora. Y además nos dice " No tengáis miedo".
Los primeros en dar este consejo fueron los ángeles a los pastores, al anunciarles el nacimiento de Jesús. Pero más importante que este hecho, que no deja de ser simbólico más que histórico, es lo siguiente: Jesús, tras su resurrección, siempre dice a los que se encuentran con Él: No tengáis miedo.
Encontrarse con Él nunca ha de ser causa de miedo. Por eso el fin del mundo, o la muerte, que es nuestro fin del mundo particular, no deben ser causa de miedo, sino todo lo contarrio: son el encuentro con Él.
Él nos pide que estemos preparados. Y nos explica lo que es esa preparación. No habla de mandamientos, de cánones, de leyes...Habla de tener la lámpara encendida, símbolo de la Fe, de creer en Él. Y nos explica cómo se concreta esta Fe: compartiendolo todo con los demás, tratando con amor y justícia a los demás...Es decir, viviendo en su presencia, que es la forma de verlo y amarlo en todo y en todos. Eso es tener la lámpara encendida. Eso es esperar la venida del Señor.
Y si no lo hacemos así, los que sabemos estas cosas y no las realizamos somos mucho más culpables, que el que se comporta mal sin saberlo.
No temáis...Desde nuestro despertar por la mañana, hasta el momento en que cerramos nuestros párpados por la noche, esa debería de ser la frase gravada en nuestra mente: no temáis...porque Él nos ama...