Un amigo del Anacoreta era daltónico. No distinguía bien los colores. Le explicaba, que tardó mucho tiempo en darse cuenta de su problema en la vista. Sus amigos se reían de sus camisas y jerseis y le decían que sus corbatas nunca combinaban. Fue en la autoescuela, al intentar obtener el permiso para conducir, cuando descubrió que no distinguía el rojo del verde.
Cuando el Anacoreta se quedó a solas con su joven seguidor, le dijo:
- En la vida espiritual corremos el riesgo de ser daltónicos. Algunos lo vemos todo blanco o negro. Lo vemos todo desde el fundamentalismo o desde la teoría del último teólogo. Convertimos la espiritualidad en una ideología. Lo vemos todo según nuestras conveniencias.
Pensó un instante y prosiguió:
- No es que seamos ciegos. Vemos. Pero no nos damos cuenta de que cambiamos los colores, de que no vemos los matices y no aceptamos que vemos mal.
Sonrió y concluyó:
- Si no es que la autoescuela nos demuestra que no vemos los colores...
HOLA, BONES TARDES JOAN JOSEP:
ResponderEliminarCierto es que a veces vemos en la Fe, las cosas como más nos coviene, com si quisieramos hacernóslas a la Carta.
Una abraçada germà, Montserrat
Hea hai los escrivas y los fariseos, las revelaciones, no seran para ellos:sino de los pastores,por ser humildes,y sencillos.
ResponderEliminarUna abraçada
Hola Joan. Interesante reflexión y bonita entrada.
ResponderEliminarEs totalmente cierto que sólo vemos lo que nos interesa y aquello que debemos darle valor no se lo damos porque nos acomodamos.
Un abrazo
Con la gama tan maravillosa de colores que existe, es una pena limitarnos a ver la vida solo en blanco y negro, siempre será mucho más bonito compartir todos los colores del arco iris y sobre todo mucho más enriquecedor
ResponderEliminarUn abrazo Joan y gracias
Hablando de daltonismo... mi marido lo era, daltonico perdido. Cuando se levantaba, fuese cual fuese la hora, siempre me despertaba con la misma pregunta: ¿ de que color son estos calcetines ? ¿ Te preguntas por qué no se los dejaba preparados por la noche?.... la lógica, no funciona siempre.
ResponderEliminarUn beso.
La vida es un continuo arcoiris, que pena que algunos se queden en el blanco o en el negro.
ResponderEliminarY este prescindir de los colores lo hacemos en todas las facetas de nuestra vida: social, politica, religiosa y lúdica.
Un abrazo totalmente colorido