Los santos no tienen mucho sentido si no nos sirven hoy de modelo para nuestra vida. Jerónimo nació el 347 en Estridón y murió en Belén el 419.
A pesar de la distancia, su vida sigue siendo un faro para nosotros. Joven, lo encontramos en Roma cursando gramática y retórica con gran provecho. Es allí donde se bautiza. El año 373 peregrina a Oriente y se retira al desierto de Calcis. Esos dos años de vida de anacoreta le marcarán profundamente. En Constantinopla conocerá a Gregorio Nacianceno.
Vuelto a Roma el papa Dámaso lo toma como su secretario. De él recibe el encargo de traducir la Biblia al latín (la que se conoce con el nombre de Vulgata). Vive en casa de las viudas Marcela y Paula. Y ahí encontramos uno de los hechos que hoy nos puede interesar. En una época en que las mujeres eran consideradas, a lo sumo, como responsables de la servidumbre de la casa, él reune a mujeres de Roma en casa de Paula para explicarles la Biblia y formarlas intelectualmente. El hecho es que se creó muchos enemigos entre el clero romano. A la muerte del papa Dámaso, su gran defensor, fue acusado de relaciones poco claras con Paula. Molestos ambos se fueron a Belén. Allí, con los bienes de la viuda fundaron un monasterio masculino, otro femenino del que se encargó Paula y una hospedería para recibir a peregrinos o personas que quisieran estudiar las Sagradas Escrituras. Ese amor a la Palabra es otra de los puntos que nos interesan hoy de él. Sus comentarios, como ya hicieron Gregorio Nacianceno y Orígenes utilizan muchas veces la exégesis alegórica. Curiosamente, movimientos integristas actuales defienden la interpretación literal como la única válida, aunque el Vaticano en sus documentos diga lo contrario.
Hoy siguen existiendo los Jerónimos y las Jerónimas. Monjes y monjas que se dedican al estudio de las Escrituras, la oración y a recibir en sus casas a quienes buscan silencio y recogimiento.
Ya os señalé una vez el Monestir de Sant Maties, que se encuentra en la falda del Tibidabo, de monjas Jerónimas. En su hospedería, el Casal Bellesguard, encontraréis 18 habitaciones individuales y 4 dobles. Sólo os exigirán silencio y no hacer ninguna actividad que sea incompatible con un criterio y ética cristianas.
Hoy es la festividad de San Jerónimo y he creído que su personalidad, nos enseña a no discriminar y, sobre todo, a valorar la importancia de la Sagrada Escritura en nuestra vida espiritual.
El monasterio tiene la siguiente página web: