Aquel sacerdote se lamentaba ante el Anacoreta del poco conocimiento en temas religiosos que tiene la sociedad.
- La gente no tiene Fe sólida. Dicen ser cristianos, pero desconocen la doctrina cristiana. Yo les regalaría a todos el Denzinger.(1)
Sonrió el anciano, miró al sacerdote y le dijo:
- Creer no es creer.
El hombre de iglesia lo miró sorprendido:
- No entiendo...
Miró el Anacoreta hacia la lejanía y se explicó:
- Si quieres que alguien conozca una ciudad, no le regales el Listín de Teléfonos...haz que conozca a sus habitantes y que estos le enseñen la ciudad. Las listas de dogmas, obligaciones, mandatos..., creer en ellos...,eso no es creer.
Hizo una pausa y prosiguió:
- Creer no es conocer la doctrina, sino vivirla. Nos ayuda a creer quien nos impacta de tal manera, que cambia nuestra vida. Creer para un cristiano es seguir a Jesucristo. Es hacer que este seguimiento cambie totalmente nuestra vida, nuestra ilusión, nuestra esperanza.
- Sí - replicó el sacerdote - pero la ortodoxia...
Sonrió tristemente el anciano a la vez que decía:
- A veces, tantas normas, mandamientos, anatemas, condenas...lo único que consiguen es alejarnos del Evangelio, de Jesús. Y que conste que no digo que la doctrina no tenga importancia...Pero lo que mueve a la gente son los ejemplos. Nos convence aquel que entrega su vida, que sabe amar...no aquel que tiene grandes conocimientos.
Suspiró y acabó diciendo:
- Deja el Denzinger para los estudiosos y convierte tu parroquia en un faro de amor, entrega y solidaridad. Después podrás explicar la doctrina...
(1) Denzinger: Texto que compendia todos los dogmas, declaracianos, normas emanadas de los Concilio, Sínodos y escritos pontificios desde los inicios de la Iglesia.
Entiendo qué quieres decir, pero también entiendo que a veces es necesario una serie de... ¿parámetros? para movernos y poner en acción una buena intención. NO se si me explico. A veces no basta no ayudar sino que hay que hacerlo bien, y para eso a veces es necesaria "reglamentar" (o como quieras llamarlo). Otra cosa sería pensar que, fuera de ese "reglamento" nada es bueno, ni positivo, ni verdadero.
ResponderEliminarNo sé si ha quedado claro más o menos mi comentario.
Un Abrazo, Joan.
HOLA JOAN JOSEP:
ResponderEliminar"CONVIERTE TU PARROQUIA EN UN FARO DE AMOR"-
UNA FRASE, PARA GUARDAR.
ASI SALDRÁ LA VERDADERA FE.
UNA ABRAÇADA, GERMA, Montserrat
Bueno la doctrina es egemplo,JESUS no hiva con libros de leyes,sino con parabolas y egemplos: degemos pues los dogmas y normas para los estudiosos,y que no nos calienten mucho la cabeza¿ ESO SI?QUE NO INTENTEN APLICARLO HA LAS LEYES CIVILES una abraçada
ResponderEliminarJesús es amor y libertad, camino y vida.
ResponderEliminarLa hojarasca no merece la pena prestarla atención. LLega el otoño y las hojas se van...
¡Qué difícil es nacer del agua y del espíritu cada día!
Muy bueno el cuentecillo.
Está claro que deben de existir unas normas, una doctrina, como dice el Anacoreta, pero para mi la diferencia está en que las normas, la doctrina, la ortodoxia, el ser fieles a la letra, no termine por encerrarnos tanto que nos acabe ahogando y el mismo Jesús, con su vida, nos dio un buen ejemplo de ello
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día
Me ha llamado mucho la atención esta frase tuya.
ResponderEliminar"...convierte tu parroquia en un faro de amor, entrega y solidaridad. Después podrás explicar la doctrina..." NO ENTIENDO QUE SIGNIFICA. Discúlpame pero no la veo como muy acertada. Un saludo