Frente al mal solemos tomar dos posiciones erróneas. Nos quedamos en la protesta y la indignación o permanecemos en la resignación que cree que el mal es inevitable y no nos queda más que aceptarlo.
Ambas posturas tienen su parte de razón, pero son incompletas. Hemos de indignarnos y rebelarnos, pero no podemos perder toda nuestra energía en el pataleo. Hay que actuar. Hemos de asumir, aceptar el mal, ciertamente, pero no se trata de teorizar sobre el mal, sino de combatirlo.
Tanto el protestón eterno, como el resignado perpetuo, no hacen nada para evitar el mal. Y el que no tengamos poder no es sino una excusa para seguir viviendo tranquilos en nuestra burbuja.
Ayer precisamente, la Hna. Lucía Caram, monja Dominica contemplativa, explicaba su experiencia en su blog. A su convento de Manresa empezó la gente a llamar pidiendo ayuda. Así nació un banco de alimentos. El lugar se quedó pequeño y ya han tenido que buscar un local más grande. De dos monjas y tres voluntarios han pasado a 84 voluntarios y a atender a 600 familias cada mes. De ese trabajo anónimo y constante nació una Plataforma Ciudadana de Solidaridad, que se ha constituído en la Fundación Rosa Oriol.
Aparte de organismos más o menos oficiales, civiles o de la Iglesia, estoy seguro que podrías añadir muchos ejemplos como éste, que vosotros conocéis...
Ese es el camino. ¿Protestar? Sí. ¿Resignarse y asumir? Sí. Pero esto no sirve de nada si no damos el tercer paso: LUCHAR.
Dicen los que me conocen bien que soy una mujer luchadora en todos los aspectos de la vida.
ResponderEliminarDe la nada, monté mi propio negocio en el que nadie creía, llevo cinco años, con muchos sudores y lágrimas (más ahora en tiempos de crisis)pero esto no quita que a veces me venga abajo y necesite un hombro para llorar, para desahogar.
No sirve de nada los por qué, ni las lamentaciones, cuando algo sucede lo mejor es dar solución en la medida de las posibilidades.
Es lo que pienso Joan
Un abrazo cordial
Así es.
ResponderEliminarLa pataleta está bien. Todos tenemos derecho a ella, pero es inmadura si no se acompaña con una decisión/acción que nos encamine hacia la solución correcta.
Un Abrazo Joan.
BONA NIT I BONA HORA:
ResponderEliminarHoy te hago el comentario, un poco tarde.
Estos días ando muy ocupada.
Te doy la razón,
Despues de protestar y resignarse a Dios rogando y con el mazo dando.
Germá a la acció. desde Cáritas, Montserrat
Y cuantas excusas nos ponemos a nosotras mismas para no terminar de dar ese empujón que es tan necesario para conseguir arrancar de nuevo
ResponderEliminarLo importante es encontrar algo que sea capaz de sustituir a las excusas, aunque algunas veces más que excusas son realidades y con ellas ya es más difícil luchar
Me ha gustado lo que nos cuentas de la hermana Lucía Caram, eso si que parece algo realmente grande, esperemos que esta crisis se termine de una vez y esas cifras puedan volver a disminuir
Un abrazo y feliz día