domingo, 7 de agosto de 2011

NO TEMÁIS, SOY YO...


"Después de esto, Jesús hizo subir a sus discípulos a la barca, para que llegasen antes que él a la otra orilla del lago, mientras él despedía a la gente. Cuando ya la hubo despedido, subió Jesús al monte para orar a solas, y al llegar la noche aún seguía allí él solo. Entre tanto, la barca se había alejado mucho de tierra firme y era azotada por las olas, porque tenía el viento en contra. De madrugada, Jesús fue hacia ellos andando sobre el agua. Los discípulos, al verle andar sobre el agua, se asustaron y gritaron llenos de miedo:
– ¡Es un fantasma!
Pero Jesús les habló, diciéndoles:
– ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!
Pedro le respondió:
– Señor, si eres tú, mándame ir a ti andando sobre el agua.
– Ven – dijo Jesús.
Bajó Pedro de la barca y comenzó a andar sobre el agua en dirección a Jesús, pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, gritó:
– ¡Sálvame, Señor!
Al momento, Jesús le tomó de la mano y le dijo:
– ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?
En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento.
Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús y dijeron:
– ¡Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios! "

Jesús acaba de realizar la multiplicación de los panes y de los peces. Sin embargo despide a la gente y hace marchar a los discípulos. Él pasa la noche en oración. Así se inicia el relato de hoy. Un fragmento lleno de simbolismo. Los discípulos, solos, pasan dificultades en la barca. Los vientos son contrarios. La tempestad, el agua y la noche, evocan en la Biblia las fuerzas del mal, la angustia y la muerte. Algo que debemos hacer siempre en nuestra meditación, es aplicar lo que leemos a nuestro tiempo. Y no podemos negar que hoy, nuestra Fe se encuentra rodeada de dificultades. No es fácil ser cristiano en nuestros días, quizá, porque no llevamos a Jesús en nuestra barca. Y lo que es peor, no lo reconocemos cuando se acerca.
El texto nos dice, que Jesús a última hora de la noche, es decir, poco antes de amanecer, se acerca andando sobre las aguas. Los discípulos se asustan y Él pronuncia esas palabras que deberíamos llevar grabadas en nuestro corazón: "No temáis, soy yo".
En nuestros tiempos difíciles, Jesús sigue acercándose a nosotros y nos seguimos asustando, porque no somos capaces de reconocerlo. Se acerca en el pobre, en nuestro hermano, en aquél que creemos que nos persigue...Vemos fantasmas. Nuestro pánico puede ocultar su voz que nos dice. "No temáis, soy yo". Y cuando nos damos cuenta de que es Él, como Pedro, pedimos andar sobre las aguas, vencer el mal, la angustia, la muerte, como hace Jesús. Pero al igual que Pedro, nuestra Fe es débil. Al pretender andar sobre las aguas, sobre el mal, descubrimos que creer no es afirmar dogmas, tener poder y privilegios, sino agarrarnos con fuerza a la mano de Jesús.
Gastamos demasiado tiempo buscando enemigos de la Iglesia, criticando al que piensa diferente de nosotros, creyendo que así andaremos sobre las aguas del mal...
Por encima del viento y los problemas, hoy como ayer, se oye la voz de Jesús que nos dice: "No temáis, soy yo". Y ahí está su mano tendida, esperando que la agarremos, porque Él es verdaderamente el Hijo de Dios.

5 comentarios:

  1. Cada uno de nosotros lleva su barca,en este gran mar: y la llevamos solitarios en nuestra oscuridad y temores.

    Y en nuestra oscuridad, creemos ver, y en nuestros temores, vemos fantasmas; quizas necesitamos la luz para ver, y para que se desvalezcan los temores: en este caso es Jesus una abraçada

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  2. Bones tardes de diumene:
    Aquesta nit quan vagi a Misa, escoltaré emb atenció aques Evangeli.
    No se que amb passa que devagades amb distrec.
    Una abraçada, montserrat

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  3. Y LE agarramos la mano pero tal vez.. "poco fuerte".
    Me confunde el miedo,me atenaza la muerte.
    Es cosa de confiar.Por ello,es dificil caminar por las aguas sin caerse..
    Besucos

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  4. Joan, me preguntaba si tienes peensado venir a Madrid con motivo de la visita del Papa.. ¿ lo haras ? si así fuese, ya sabes que estaria encantada de que vinieses a casa. No hace falta que te lo diga ¿verdad? Además la niña se va 10 dias de camino de Santiago así que tengo sitio para uno más. Besosssssssssssssss Gloriaom

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  5. Hay que agarrarla con mucha fuerza para que no se escape y tener muy presente esa frase de "no temáis, soy yo", creo que se nos olvida con demasiada frecuencia.

    Me quedo con ella y con su mano, porque cada vez veo más fantasmas alrededor y me da demasiado miedo salir corriendo, ya lo hice una vez, ahora no sería tan fácil dejarme llevar por ello, pero es que...

    Un abrazo y feliz semana

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