Allí, en el suelo del parque, estaba caída la hoja. Bueno, había muchas, pero esa fue la que tomó en sus manos el Anacoreta, mientras decía a su joven seguidor:
- ¿Ves esta hoja? Si la mira un biólogo se fijará en su estructura, sus nerviaciones, la clasificará, quizá piense en la función clorofílica... Si es un físico quien lo hace, verá billones de átomos perfectamente ordenados, fuerzas, partículas...Un artista se fijará en su color, su textura, su forma...Y el barrendero del parque la verá como algo que no debe estar ahí y la eliminará inmediatamente.
Miró sonriendo al joven y añadió:
- Por eso es tan importante mirar las cosas y las personas con mirada pura, limpia. Todo cambiará a nuestro alrededor si lo miramos con los ojos del amor...
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