El joven seguidor se quejaba de las dificultades que encontraba en la vida. El Anacoreta lo miró sonriendo y le dijo:
- Una vez ley en un libro del benedictino alemán Anselm Grün la siguiente historia. Cuentan en Oriente, que un hombre malvado colocó una pesada piedra en la copa de una palmera. Cuando regresó al año siguiente, pensó que ya habría muerto; pero grande fue su sorpresa cuando vio que dominaba con su altura a todas las demás. El peso de la piedra había hecho que hundiera sus raíces en la tierra, lo que hizo que creciera más que las otras.
Miró a los ojos del joven y concluyó:
- No temas las dificultades. Te harán ahondar tus raíces, te harán crecer y serás cada día más fuerte.
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