lunes, 8 de abril de 2013

EL ANACORETA Y LOS IMPOSIBLES


Era un viejo amigo del Anacoreta. Hacía mucho tiempo que no se veían y hablaron largo rato sobre su situación. Estaba desanimado. 
- Llevo años luchando por la justicia, intentando ayudar a los más desfavorecidos. He luchado para que mi parroquia sea mejor, para que la asociación a la que pertenezco se dedique de verdad a los marginados. Ahora me parece que no he conseguido nada.
El anciano lo miró con amor. Guardó unos instantes de silencio y le dijo:
- Llevo años buscando la perfección y debo reconocer, que hago lo que no quisiera hacer, y dejo de hacer lo que me gustaría hacer.
Hizo otra pausa y continuó:
- Perdona que cometa el error de decirte, que lo mío es peor, cuando tu me cuentas tus penas. Lo que intento decirte es, que lo ideal no existe. En la vida todos chocamos contra los imposibles, porque lo ideal nos impide ver lo real. Yo siempre te he admirado. Me habría gustado vivir en un suburbio y compartir la vida con los desheredados como lo haces tú. Y ahora me dices que no has conseguido nada...
Miró a los ojos de su amigo, le tomó ambas manos y prosiguió:
- Lo ideal no te deja ver a todas las personas a las que has ayudado. Quizá no los has sacado de la miseria, de sus vicios, de la droga...pero tú has sido la única persona que los ha amado, que ha estado junto a ellos y se han sentido amados por tí, se han sentido acompañados. ¿Te parece poco? Tú has sido las manos y el corazón de Jesús para ellos...
Sonrió abiertamente y concluyó:
- Los ideales son imposibles. Los hombres somos limitados y difícilmente podremos cambiar el mundo. Eso no significa que debemos dejar de luchar. Eso significa, que debemos aceptar nuestras limitaciones y que aunque con nuestros esfuerzos sólo conseguimos pequeños resultados, debemos seguir haciéndolos. Porque lo que a nosotros nos parece pequeño, para el que lo recibe, puede ser inmenso. Y son los pequeños resultados los que, poco a poco, logran cambiar el mundo.
Y siguieron juntos en silencio...

1 comentario:

  1. Yo no se si hemos cambiado el mundo ha mejor ho ha peor:pero si que se que hemos trabajado mucho,hemos criado a nuestros hijos,y algunos nietos.
    Ya con la juvilación:formamos pandila con los compañeros de cole,pues salimos andar y almorzar por el bosque,y cada vez quedamos menos,y seguiremos hasta que ya no podamos.Dejando el relevo ha nuestros hijos,siendo solo un eslavon en la gran cadena de las generaciones,eso si: dando las graciaspor no conocer guerras, ni odios.Una abraçada

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