" Es el amor de Dios el que me calienta con el sol
y el que envía la lluvia refrescante.
Es el amor de Dios el que me alimenta
con el pan que como,
y es Dios quien también me nutre
por medio del hambre y el ayuno.
Es el amor de Dios el que envía
los días de invierno
cuando tengo frío y estoy enfermo,
y el verano tórrido cuando mis ropas
se llenan de sudor mientras trabajo:
pero es Dios quien me envía el viento suave
que viene del río y la brisa que viene del bosque.
Su amor extiende la sombra del sicómoro
sobre mi cabeza.
Es el amor de Dios el que me habla
en las aves y en los arroyos;
pero también, detrás del clamor de la ciudad,
Dios me habla en sus juicios
y todas estas cosas son semillas
que me envía su voluntad.
Si estas semillas arraigan en mi libertad,
y si la voluntad de Dios creciera en ella,
me convertiría en el amor que es Él,
y mi cosecha sería su gloria y mi alegría.
Y me uniría con miles y millones
de personas liberadas
en el oro de un inmenso campo que adora a Dios,
cargado de mieses, sobreabundante de trigo".
("Nuevas semillas de contemplación", Thomas Merton)
Bendito seas buen hermano Joan Josep ! como siempre tus entradas son bellìsimas ! y El Amor de Dios està en todos y en todo ! por donde se pose nuestra mirada ahi està ! El Amor de Dios !
ResponderEliminarAmèn *
Gracias por estar y por compartir !
Bendito seas hermano de todo corazòn !
Paz y Bien * * *
Hola Joan Josep.
ResponderEliminarDe vegades penso que si percibissin el amor de Déu en tota la seva intenssitat sería tant intens que no ho podriem resistir.
Una abraçada, Montserrat
No todos los campos sirven para sembrar:antes se deve de preparar la tierra,para recivir la simiente(y hay tierras muy duras).Ahunque ni todas son tan duras,ni tan blandas.Una abraçada
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