"Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si se pierde o se arruina a sí mismo?"
Jesús nos hace esta pregunta después de decirnos que el quiera salvar su vida la perderá. Está claro que la forma de salvar la vida no es ganar todo el mundo. Sin embargo nuestra sociedad nos empuja a "ganar el mundo". Nos empuja a pasar por encima de los demás, a ser más que nadie...cueste lo que cueste. Y lo hacemos a costa de arruinarnos a nosotros mismos, de pisar nuestros ideales de juventud. Lo contrario de lo que nos pide Jesús: perder nuestra vida por Él. Que es entregarla a los demás. El verdadero enamorado se olvida de él y se entrega al amado totalmente. Es ahí donde encuentra precisamente la felicidad. Si luchamos por espejismos de poder, de dominio, de ser más que los demás, que es lo que nos ofrece la sociedad, acabaremos derrotados; porque habremos perdido lo único que vale la pena: el Amor.
El verdadero enamorado se olvida de él y se entrega al amado totalmente. Muchas, gracias.
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