"Pero la puerta y el camino que conducen a la vida son estrechos y difíciles. "
Jesús nos invita a entrar por la puerta estrecha. Jesús nos llama a todos, pero nos advierte que el camino no es fácil. La puerta ancha, la facilidad no nos lleva a la vida. Y es que el verdadero camino, la auténtica puerta es el amor, la caridad. Una caridad que ha de ser gratuita. Si hago el bien para que me reconozcan, buscando el éxito, incluso buscando la santidad, estoy tomando la puerta, el camino ancho, que no conduce a la vida. Amar de verdad es difícil. Supone entregarse sin buscar nada a cambio. Quizá, incluso seremos incomprendidos. Pero alcanzaremos la Vida con toda seguridad. No olvidemos que Él nos precede.
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